Redacción – Las medidas aplicadas a raíz de la pandemia de la COVID-19 han tenido derivadas en la mayoría de ámbitos y han sido notables los esfuerzos para monitorizar cual ha sido el impacto en el ámbito de las drogas.
Un estudio australiano ha analizado el consumo de alcohol durante el confinamiento que se derivó de la pandemia de la COVID-19 a partir de las aguas residuales de cuatro plantas de tratamiento que dan cobertura a 1.1 millón de habitantes.
El estudio que ha sido publicado en la revista Addiction este mes de setiembre ha analizado muestras de agua residual durante una semana del pasado mes de abril y ha comparado los resultados con una muestra de febrero de las mismas plantas.
Los análisis hallaron una reducción del consumo respecto al mes de febrero especialmente durante el fin de semana. Además, los resultados revelaron que durante el confinamiento se registraron los niveles más bajos de consumo de alcohol desde el 2016.
Los resultados de este estudio coinciden con los que se obtuvieron de la “Encuesta web Europea Alcohol y COVID 19”, realizada entre varios institutos de investigación de Europa, que halló que “el impacto sobre el consumo de alcohol ha sido, en la mayoría de las personas encuestadas, hacia el descenso o la estabilización, tanto en cuanto a la frecuencia de consumo, como al número de bebidas en cada ocasión o a los episodios de consumo “intensivo””.
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