Hace solo unas semanas se estrenó en España, en el marco del Festival D’Art de Barcelona, el documental Keith Haring: street art boy. El filme se presenta como el retrato definitivo de un artista con una carrera fulminante. Porque a pesar de su omnipresencia, sus obras apenas cubren 11 años. Dirigido por Ben Anthony, producido por PBS y BBC y narrado por sus padres, sus amigos más íntimos y otros artistas que lo conocieron, como Fab 5 Freddy o Lee Quiñones, el largometraje utiliza como hilo conductor una de las últimas entrevistas que concedió Keith Haring antes de morir en 1990 por complicaciones relacionadas con el sida, apenas 11 meses después de haber visitado España.
Treinta años después de su muerte, el legado artístico de Haring sigue completamente vivo. Su obra continúa muy presente en la moda, con colecciones en marcha en varias grandes cadenas como Benetton, Uniqlo o Asos, y en productos de todo tipo que utilizan sus diseños, como tablas de skate, relojes, mochilas, zapatillas e incluso juegos de mesa.