Redacción-
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) no respalda actualmente el uso del cannabis para aliviar el dolor por la falta de evidencia clínica de alta calidad. Así lo afirman en su última declaración, pero enfatizan que la declaración solo examina la evidencia científica relacionada con el manejo del dolor y no aborda otras áreas terapéuticas.
Para IASP, de la que forma parte la Sociedad Española del Dolor, la investigación preclínica presenta objetivos prometedores para el desarrollo de fármacos analgésicos, pero consideran que es difícil de determinar con precisión “el impacto del riesgo de sesgo en los datos”, porque los factores relevantes históricamente no se informan. Además señalan que hay una notable diferencia entre el gran número y diversidad de investigaciones preclínicas en comparación con el escaso número y diversidad de los ensayos clínicos.
En el caso de la eficacia en ensayos clínicos del cannabis para aliviar el dolor, la IASP comenta los datos de una nueva revisión sistemática con los más altos estándares de calidad establecidos, que incluyó 36 ensayos controlados con 7217 participantes. La revisión concluyó que todos los ensayos tenían un riesgo de sesgo alto o incierto, y el grupo de trabajo no encontró ensayos de calidad moderada o alta. Además, se produjeron más efectos adversos o no deseados en las personas que tomaban cannabis en comparación con las personas del grupo de control que no tomaban cannabis.
Según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, es necesario aclarar la relevancia de los riesgos y daños en torno al uso terapéutico de cannabis, especialmente en escenarios de uso de dosis altas o de larga duración para el tratamiento de enfermedades crónicas. La evidencia indirecta de los estudios poblaciones sobre el uso no médico de cannabis sugieren una asociación entre el consumo y daños como la psicosis, efectos cognitivos en adolescentes y adultos jóvenes, accidentes automovilísticos, problemas respiratorios y bajo peso al nacer en bebés de madres expuestas al cannabis.
A la IASP le preocupa que a menudo no existan medidas de seguridad médicas rigurosas para las personas que obtienen y consumen cannabis con fines de manejo del dolor sin el asesoramiento y la supervisión clínicos adecuados. Y aprovechan para comentar los aspectos en los que consideran necesario poner el foco ante la velocidad de crecimiento de la industria del cannabis medicinal y recreativo. Para la IASP la regulación de la producción, en las ventas y el contenido permitido de THC puede aumentar la seguridad, y añaden que la prohibición de la publicidad y la promoción, junto con sólidos programas de educación pública dirigidos a grupos vulnerables como adolescentes y mujeres embarazadas, puede ayudar a mitigar algunos de los daños sociales. Medidas que consideran que hay que tomar pronto.
Para IASP hay una urgente necesidad de realizar estudios preclínicos y clínicos que llenen el vacío de investigación que hay sobre el cannabis y sus efectos como terapia contra el dolor.
Leer la declaración de IASP en journals.lww.com