La empresa emergente Disrupt Therapeutics de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) está desarrollando un nuevo fármaco para prevenir los efectos secundarios, como el deterioro cognitivo, asociados al uso medicinal del cannabis en pacientes con dolor crónico, preservando su capacidad terapéutica.
Según la UPF, el objetivo de la empresa es «acceder a un segmento de mercado que está mal cubierto desde el punto de vista farmacológico» como es el caso de los cuadros crónicos de dolor moderado y ofrecer una alternativa de alivio eficaz y segura, disminuyendo los efectos secundarios.
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