En un mundo donde la adicción a sustancias es un desafío omnipresente, la búsqueda de soluciones efectivas y compasivas es una prioridad urgente. En este contexto, las investigaciones emergentes sobre el potencial terapéutico del cannabis, específicamente del cannabidiol (CBD), en el tratamiento de las adicciones ofrecen una luz esperanzadora en medio de la oscuridad.
Un estudio reciente, realizado en Vancouver, Canadá, arroja claridad sobre la asociación entre el consumo de cannabis y la reducción del uso de estimulantes entre personas estructuralmente marginadas que consumen drogas no reguladas. Los resultados son sorprendentes: el consumo de cannabis para controlar los antojos de estimulantes se asoció significativamente con una disminución autoinformada en el uso de estimulantes. Este hallazgo plantea la hipótesis de que el cannabis podría servir como una estrategia eficaz de reducción de daños para algunas personas con trastornos por uso de sustancias.
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