En un supermercado, cualquier alimento envasado incluye sus ingredientes y sus propiedades nutricionales, algo imposible de encontrar en la mayoría de las bebidas alcohólicas. Por lo general, están exentas de esta obligación, pero en 2017 la Comisión Europea invitó a la industria a hacer un ejercicio de transparencia para incluirla voluntariamente. Un estudio presentado esta semana en la reunión anual de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) concluye que la gran mayoría no ofrece ninguna información de este tipo y que las empresas no han cumplido sus propios compromisos. Las advertencias sobre salud ―tampoco son obligatorias― son escasas y heterogéneas, señala la misma investigación.
Las tres grandes industrias del alcohol adquirieron compromisos distintos en cuanto a la información nutricional: el de bebidas espirituosas aseguró que, para finales del 2022, el 66% de sus productos estarían etiquetados; el cervecero anunció cubrir esta información en el 100% de sus productos, mientras que el del vino no fijaba una cifra concreta.
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