Más de la mitad de los jóvenes gaditanos que han probado alguna vez en su vida una droga acaba convirtiéndose en consumidor, según se desprende de una encuesta encargada por la Delegación Municipal de Asuntos Sociales. El alcohol es la droga más extendida entre los encuestados, aunque los datos revelan que el hachís y la cocaína ocupan lugares también destacados, sobre todo entre los varones de 18 a 30 años. Asuntos Sociales apuesta por la prevención y por una implicación más directa de los padres.
La encuesta fue efectuada por la empresa Insoga, durante el mes de noviembre de 2004, mediante 950 encuestas domiciliarias a jóvenes de ambos sexos de entre 10 y 30 años, todos residentes en la capital gaditana.
Las conclusiones preliminares de este estudio, que analiza el consumo de tabaco, alcohol, cannabis o hachís y cocaína, revelan que el alcohol es la droga más extendida en la ciudad, ya que un 70% de los jóvenes de entre 18 y 30 se declara consumidor, porcentaje que baja al 53% entre los 14 y los 17 años. Le sigue el tabaco, con un 60% de consumo en los mayores de edad y un 42 en los menores.
En cuanto al hachís, el 29% de los encuestados de entre 14 y 17 años reconoce ser consumidor. Entre los menores de edad, el 2% de 12 años dijo haberlo probado alguna vez, una cifra que aumenta considerablemente con la edad: 34% a los 14 años y 60% a los 17 años.
En este apartado las cifras son también preocupantes entre los 18 y 30 años de edad, donde la encuesta divide las respuestas entre varones y mujeres. Así, el 70% de los chicos reconoce haber probado alguna vez el cannabis, mientras que el 40% se declara consumidor. En las jóvenes, el 50% lo ha tomado alguna vez y el 25% es consumidor.
La cocaína, una droga en auge en los últimos años, no engancha en los jóvenes de 12 años, aunque ya en los de 15 años un 11% declara haberla probado, igual que un 30% de los encuestados de 17 años. La cifra de consumidores menores de edad es la más baja de todas las drogas, un 9,5%, aunque no deja de ser inquietante.
En los mayores de 18 años, un 40% de los chicos dijo haberla probado y el 25% se declaró consumidor, mientras que en las chicas el 20% la ha tomado alguna vez y el 12% se reconoce consumidor.
La encuesta permite saber también que a los menores de edad les resulta fácil o muy fácil, aunque está prohibido, comprar tabaco y alcohol, una facilidad que tampoco se oculta a la hora de adquirir el cannabis o la cocaína. Tampoco los mayores de edad encuentran mucha dificultad para comprar estas dos últimas sustancias estupefacientes, cuya venta es considerada delito y es perseguida por las fuerzas policiales.
Llama la atención que una mayoría de los jóvenes encuestados declara saber que cualquiera de estas cuatro drogas, tomadas de manera habitual o incluso ocasional, puede provocar problemas de salud graves, aunque este conocimiento no sirve para frenar su consumo. Es significativo que en el apartado del alcohol, la peligrosidad del consumo de fin de semana es considerada mayor por los menores de edad.