Doce claves para prevenir las adicciones en el entorno laboral

El documento “Definiendo los ejes básicos para la elaboración de planes de prevención de adicciones (PPA) en las empresas y organizaciones”, elaborado por el Grupo de Salud Laboral del Consejo Español de Drogodependencias y otras Adicciones (CEDOA), busca proporcionar un marco común de actuación a empresas, sindicatos, mutuas, administraciones y entidades sociales para abordar de forma integral y eficaz las conductas adictivas, tanto químicas como comportamentales, en el ámbito laboral.

El texto recoge doce compromisos clave que deben guiar la implantación de los Planes de Prevención de Adicciones (PPA) en las empresas. El primero es el compromiso colectivo de todos los agentes implicados en el ámbito laboral, desde empleadores hasta trabajadores, pasando por los servicios de prevención y los representantes sindicales, quienes deben trabajar coordinadamente. El segundo compromiso se centra en la difusión de información clara y actualizada sobre los efectos del consumo en el entorno laboral, como base para sensibilizar y fomentar entornos informados. El tercer eje propone el reconocimiento de las adicciones como enfermedades, lo que implica abordarlas desde una perspectiva de salud y con respeto a los derechos de la persona afectada.

La cuarta clave apuesta por la creación de entornos laborales saludables y protectores, reduciendo factores de riesgo como la presión excesiva, el estrés o la precariedad. En quinto lugar, se destaca la atención a factores sociodemográficos individuales, como el género, la edad o la situación familiar, para que las acciones preventivas se adapten de forma respetuosa y eficaz. La sexta línea estratégica subraya la necesidad de impulsar la investigación y el uso de indicadores específicos, con el fin de evaluar la efectividad de las intervenciones y generar conocimiento aplicable. El séptimo compromiso reconoce el rol central de las empresas, como espacios de convivencia y desarrollo humano, en la promoción de la salud y la prevención de adicciones.

El octavo compromiso establece que los PPA deben incluir formación general, protocolos de acompañamiento individualizado y medidas de apoyo a la permanencia en el empleo, todo ello garantizando la confidencialidad. En noveno lugar, se aboga por integrar estos planes en la cultura preventiva de las organizaciones, asignando recursos, formalizando responsabilidades y supervisando su implementación como parte de las políticas de salud y seguridad laboral. El décimo compromiso es la formación continua de toda la plantilla, para que cada persona sepa cómo actuar y cómo colaborar con el plan de prevención desde su posición. El undécimo punto propone el reconocimiento institucional a las empresas que destaquen por sus buenas prácticas, como una forma de motivar la participación del tejido empresarial. Finalmente, el último eje plantea la creación de alianzas comunitarias con servicios públicos y entidades especializadas, especialmente pensadas para apoyar a pequeñas y medianas empresas que cuenten con menos recursos.

En el informe se destaca el especial énfasis en acompañar a las personas trabajadoras que presentan una conducta adictiva, ofreciendo apoyo y fomentando su recuperación sin romper el vínculo laboral. Según el grupo redactor, el empleo es un elemento fundamental para la integración social y personal, por lo que la intervención debe enfocarse desde la comprensión y la ayuda, no desde la sanción o el despido. Para lograrlo, se promueve una intervención coordinada entre los distintos agentes, respetando siempre la confidencialidad, la voluntariedad y los derechos de la persona afectada.