Primer día laborable del año y primera prueba de fuego para la ley antitabaco. En nochevieja se hizo la vista gorda, ayer se empezaron a ver las novedades en bares y restaurantes pero es hoy cuando las empresas vuelven a funcionar y ningún trabajador podrá fumar en su lugar de trabajo.
Después de estar expuestos durante toda una vida a los humos de los fumadores, los no fumadores cuentan desde el domingo con la protección del Estado y de la ley. En la práctica, fumar ha quedado prohibido en cualquier sitio que no esté al aire libre.
Aunque sea conflictivo, obligar a respetar la ley será más sencillo en los centros de trabajo. Las empresas pueden recibir cuantiosas multas si permiten a los fumadores continuar con sus costumbres. Los que lo hagan no sólo se arriesgan a ser multados por la Administración, sino también al despido, si las empresas lo consideran una falta grave, en el caso de reincidencia.
En los lugares de ocio, la nueva ley también pretende acabar con el consumo de tabaco, aunque en este caso las necesidades económicas del sector de la restauración ha impuesto limitaciones.
La ley establece que los bares, restaurantes y lugares de ocio de más de 100 metros cuadrados deben ser espacios «libres de humo», aunque pueden establecer zonas de fumadores separadas físicamente que no excedan del 30% de la superficie del local. El resto de establecimientos de hostelería (de menos de 100 metros cuadrados) tendrán libertad para que se fume o no en su interior, pero deberán informar explícitamente en la entrada al mismo.
Esto puede suponer que los locales pequeños permitan el tabaco en su interior en los primeros meses mientras hacen cuentas para ver qué les resulta más rentable. Durante ese tiempo, tendrán que calcular de qué forma pueden perder menos clientes: permitiendo o no que se fume.
Los locales de más de 100 metros cuadrados entran también en una fase de transición. La ley les da un tiempo para hacer las obras necesarias para delimitar el espacio de los fumadores. Estas obras pueden ser costosas en algunos casos, por lo que es posible que haya locales de ocio que no permitan fumar para no tener que meterse en las obras.
Además estará absolutamente prohibido tanto la publicidad como el patrocinio del tabaco, salvo en los deportes de motor, que disponen de una moratoria de tres años para aquellos equipos participantes en competiciones internacionales que tuvieran firmados anteriormente a la entrada en vigor de la ley acuerdos de patrocinio con alguna tabaquera.