En verano se dispara la distribución y el consumo de cocaína, sobre todo en los lugares de ocio y en las costas. España se ha convertido, de hecho, en el segundo país de Europa con más adicción a esta droga, después de Reino Unido. Se calcula que unas 40.000 personas son adictas y que cada vez gente más joven puede acceder a ella.

Es hasta la mitad de barata que en otros países de nuestro entorno. Una de las razones por las que España se ha convertido en el paraíso europeo de la cocaína que en verano arrasa en costas y playas, a la puerta de discotecas y lugares de ocio.

El consumo se ha disparado, situándonos en el segundo puesto de los más consumidores de Europa, a muy poca distancia del primero, Reino Unido, y a mucha del tercero, Italia. Desde el pasado año el Ministerio de Interior desplaza agentes especializados a las zonas costeras, sobre todo Levante y Baleares. De hecho, Galicia ha dejado de ser zona de desembarco y ahora son los puertos de Algeciras, Valencia y Barcelona los más utilizados para este tipo de trasporte.

El Plan Nacional sobre Drogas calcula que en España 300.000 personas han tomado cocaína en el último mes y 40.000 se han convertido en adictas a esta sustancia, que cada vez engancha a gente más joven. Entre los 14 y los 18 años casi 200.000 jovenes la han probado como mínimo una vez en el último año. Junto a la cocaína crece el consumo de éxtasis y speed, drogas de diseño de muy bajo precio y fácil distribución que en verano también arrasan en los lugares de ocio.