Las farmacias de la provincia de Alicante sensibilizarán a los padres sobre el problema del consumo de alcohol en la población juvenil, en una campaña pionera en España que mañana presentará la delegada del Plan Nacional de Drogas, Carmen Moya, según anunciaron fuentes del Colegio de Farmacéuticos de Alicante.
A través de esta iniciativa, que cuenta con la colaboración de la citada entidad colegiada (COFA), las boticas ofrecerán información a los padres sobre los daños derivados del consumo de alcohol para, indirectamente, incidir en el comportamiento de sus hijos ante esta droga legal.
Un informe sobre alcohol elaborado en febrero de 2007 por la Comisión Clínica del Plan Nacional sobre Drogas refleja que un importante número de jóvenes «no perciben la existencia de riesgo asociado al consumo de alcohol todos los fines de semana».
Aunque sí perciben de modo claro un riesgo asociado al consumo habitual a largo plazo en cuanto a la posible producción de efectos perjudiciales para la salud, este concepto lo asocian los jóvenes con el concepto de adicción y a la edad adulta, y, por tanto, no se identifican con esta posibilidad, según recoge el citado informe.
La comunicación entre padres e hijos y una información «real y creíble» sobre los tópicos y prejuicios asociados a los supuestos beneficios derivados del consumo de alcohol son dos actitudes o parámetros que deben darse para sensibilizar al joven de los daños que causa el consumo de alcohol sobre el organismo.
Asimismo, el estudio recomienda a los padres «no abordar este problema cuando el hijo llegue ebrio, sino que debe de esperarse a que éste esté sobrio, y disimular la desconfianza inicial una vez conocido el problema, como no olerles el aliento o la boca para saber si han bebido, ya que estas conductas molestan al joven, aunque éste pueda llegar a comprenderlas.
A lo largo de los últimos años, se ha observado una modificación del patrón de consumo de alcohol, especialmente en los jóvenes, que en la actualidad beben cantidades muy elevadas en cortos periodos de tiempo, lo que se conoce como consumo en «atracón», con cinco o más bebidas en una sola ocasión.
Desde el punto de vista asistencial, la mayor parte de los daños y costes socio-sanitarios asociados al alcohol se producen en sujetos consumidores aparentemente no dependientes, ya que es «muy frecuente» su asistencia en urgencias e ingresos hospitalarios.
Otro aspecto que destaca el informe es que el consumo de alcohol «no sólo produce lesiones crónicas que aparecen con el tiempo, sino que también produce lesiones agudas a corto plazo como arritmias cardiacas o accidentes cerebrovasculares, con independencia de la antigüedad del consumo y del tipo de alcohol consumido».