El director general de Atención a las Drogodependencias, Benito Robaina, presentó en Las Palmas de Gran Canaria la publicación ‘Habilidades para la vida. Manual para aprenderlas y enseñarlas’.
La publicación ha sido editada por la Fundación EDEX, con la colaboración de la Dirección General de Atención a las Drogodependencias del Gobierno de Canarias, la Fundación Canaria para la Prevención e Investigación de las Drogodependencias (FUNCAPID) y la Obra Social de La Caja de Canarias.
Este manual pretende facilitar la labor de educadores y dinamizadores de tiempo libre -profesionales y voluntariado- que trabajan con menores, constituyendo una herramienta para aprender y enseñar habilidades para la vida y ayudarles así a desarrollar sus propias competencias y a fomentarlas en las personas con las que intervienen.
A la hora de prevenir o reducir riesgos de exclusión social con menores, el modelo de formación en habilidades para la vida pretende dotar a niñas y niños y adolescentes de competencias que les ayuden a frenar posibles itinerarios de riesgo. Abuso de drogas, violencia entre iguales y sexualidad de riesgo son algunas de las conductas que el manejo de habilidades para la vida puede ayudar a prevenir.
Entre estas habilidades para la vida cabe destacar las siguientes:
- Autoconocimiento
- Empatía
- Comunicación efectiva o asertiva
- Relaciones interpersonales
- Toma de decisiones
- Solución de problemas y conflictos
- Pensamiento creativo
- Pensamiento crítico
- Control emocional
- Manejo de la tensión
y el estrés
Durante la presentación de esta publicación, el director general de Atención a las Drogodependencias del Gobierno de Canarias, Benito Robaina, destacó que en 1993 la Organización Mundial de la Salud puso en marcha una iniciativa internacional denominada ‘La educación en Habilidades para la Vida’, que tiene como meta educar en prevención de forma genérica. En este sentido, señaló que la prevención de conductas adictivas no puede entenderse como una acción específica y aislada, sino que responde a un conjunto de circunstancias relacionadas con la prevención de otros tipos de conductas.
En su intervención, Benito Robaina resaltó que el objetivo es hacer a la persona más competente para que se produzca una autogestión personal, con los instrumentos adecuados, para que el sujeto tenga capacidad de posicionarse ante todas las ofertas que le hace una sociedad de consumo y que le llama constantemente al éxito.
Por su parte, el director de Prevención de EDEX, Juan Carlos Melero, indicó que este proyecto «no es un libro, sino una caja de herramientas en forma de manual». Con esas herramientas se pretende que las personas que trabajan con adolescentes «traten de educarlos para que tengan menos riesgos de complicarse la vida con las drogas u otras conductas de riesgo.”
Melero destacó que los profesionales deben ayudar a los niños «a que aprendan a relacionarse con los demás, con ellos mismos y con el entorno social en el que viven», a lo que habría que añadir otros objetivos, como “hacer de ellos gente menos dada a resolver sus conflictos de manera violenta, que sean más maduros y más capaces de construir un estilo de vida propio y no problemático».