El psiquiatra Jesús Ramos Brieva, autor del libro «Superar la ludopatía» (Espasa Calpe) advierte que un 2% de la población española es ludópata, lo que supone aproximadamente un millón y medio de personas, y traza el perfil del ludópata común.
El doctor Ramos define así el perfil del ludópata: «Suele ser alguien solitario, que no tiene que dar muchas cuentas a nadie de su tiempo. Lleva muchos años metido en la adicción. Sólo es descubierto cuando se produce un agujero económico. Pasa a ser hosco e irritable. Es fiel a un tipo concreto de juego, al bingo, a las tragaperras o, desde hace poco tiempo, a los casinos «on line». Fantasea con recuperar el dinero en una buena racha, pero al mismo tiempo no puede dejar de jugar mientras tiene un euro. Para conseguir dinero puede hacer casi cualquier cosa: mentiras, prostitución, robo, estafa… No es raro que acabe solo, divorciado o tirado en la calle. Y es incurable».
Insiste que las estadisticas «hablan de dos hombres afectados por cada mujer», pero los últimos estudios revelan que «la mujer es mucho más clandestina, se oculta. Está marcada por la sociedad y no acepta el tratamiento. Es mucho más difícil de localizar. Además, cae igual gente de alto como de bajo nivel adquisitivo».