Las adolescentes fuman y beben más a menudo que los chicos de su edad, pero lo hacen en cantidades menores. También hay más chicas que varones que consumen estas sustancias. La socióloga Elena Rodríguez, que pronunció la ponencia «La Realidad de Género como necesidad diferencial en las estrategias», explicó ayer que lo hábito femeninos están cambiando. Lo hizo dentro de las Jornadas Municipio y Drogodependencia.
En cuestión de drogas, siguen ganando ellos. No obstante, la especialista alertó de que esa ventaja es meramente social. Es más difícil justificar el consumo de una sustancia prohibida que de una legal y sobre la mujer pesa más la presión.
La sociedad, explicó Rodríguez, ve peor que una mujer se drogue que si lo hace un hombre. Las tendencias, no obstante, están cambiando. De hecho, mientras las chicas beben más a menudo en su etapa juvenil, en las personas de 45 años la realidad es totalmente opuesta. La socióloga es partidaria de tener en cuenta los factores de género a la hora de diseñar planes de prevención.
Drogas y discapacidad
Las jornadas también contaron con la participación de Raquel Casado, especialista de la Universidad de Burgos. Según explicó en su ponencia, los jóvenes con algún tipo de discapacidad consumen dosis de alcohol similares al resto de jóvenes. Lo hacen para sentirse parte del grupo y desprenderse del rechazo social.