Los médicos de familia detectan que el 25 por ciento de los hombres y el 14,6 por ciento de las mujeres que tratan diariamente en sus consultas está en peligro de sufrir una enfermedad derivada de este hábito nocivo pero tolerado por la sociedad española.
Puesto que son los primeros en descubrir estos abusos, no sólo del alcohol sino de otras drogas, la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) han editado manuales de actuación que faciliten la labor a los profesionales de Atención Primaria.
El secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, presentó hoy en rueda de prensa una guía, de la que se publicarán 35.000 ejemplares y que se centra en el diagnóstico precoz del abuso de alcohol, junto con un manual más amplio sobre drogas, del que se editarán un millar.
El presidente de semFYC, Luis Aguilera, aportó datos elocuentes como que más de un treinta por ciento de las personas que acuden al médico de cabecera son fumadoras, mientras que siete de cada diez lo quieren dejar pero no lo consiguen. En el caso de los adolescentes, son un 42 por ciento los que se declaran víctimas del tabaquismo.
Cada día, estos profesionales se enfrentan a un 9 por ciento de pacientes con un patrón de consumo de alcohol de «alto riesgo», porcentaje que alcanza un 14 por ciento en el caso de los varones.
Aguilera comentó que, con una simple pregunta, los médicos de familia pueden averiguar que, de cada cien jóvenes que atendieron, unos 35 se embriagaron y 30 de ellos fumaron porros en las últimas cuatro semanas, sin obviar el consumo de otras drogas de recreo que también tienen potenciales riesgos para la salud.
El doctor destacó que cerca de trece millones de personas sufren dolencias derivadas del consumo de las denominadas drogas legales: nueve a causa del tabaquismo, y entre tres y cuatro, de la ingesta desmedida de bebidas etílicas.
El presidente de la semFYC hizo hincapié en que los médicos de familia, los pediatras, las enfermeras y los trabajadores sociales de la Atención Primaria pueden contribuir decisivamente a paliar los efectos nocivos que conlleva esta situación.
El doctor Asensio López, experto en drogodependencias, comentó que aunque el 55 por ciento de los médicos se interesa por estos problemas en su consulta, tan sólo un 0,5 por ciento del millón de pacientes que tratan diariamente se atrevió a plantear alguna cuestión sobre sus adiciones.
Los nuevos manuales van dirigidos a abordar una demanda de salud que «no es explícita» pero que, de ser afrontada tempranamente, liberaría al Sistema Nacional de Salud de la carga de enfermos de bronquitis, hipertensión, trastornos digestivos, cirrosis o cánceres, entre otras patologías causadas por estas sustancias.
El coordinador del grupo de intervención en drogas de la semFYC, José Zarco, puntualizó que las guías aportan material sobre cómo realizar una exploración ante consumos de riesgo, con preguntas indirectas dirigidas al paciente pero sumamente esclarecedoras.
La realización del historial clínico, el diagnóstico de la dependencia de drogas, la disposición al tratamiento del adicto, las pautas de seguimiento e, incluso, la derivación a otros servicios de salud son algunos de los asuntos que abarcan estos materiales.