Con la finalidad de apoyar a las personas que están involucradas en adicción a las drogas, la Asociación Cultural Comunidad Cristiana Terapéutica «Los Amigos de Jesús», acaba de instalarse en la ciudad de Juanjuí. Con este motivo la Municipalidad Provincial de Mariscal Cáceres les ha cedido la infraestructura que se encuentra ubicado en la esquina de los jirones Bolívar y Jorge Chávez.

Esta iniciativa partió de las coordinaciones preliminares efectuadas por el alcalde provincial Renàn Saavedra en su afán de contrarrestar este problema social que cada vez más se va acentuando en la ciudad de Juanjuí. Por el momento sólo dos personas están trabajando en este centro en su afán de cumplir las actividades de ayuda a los adictos cumpliendo las cinco acciones del programa como: honestidad, aceptación, tolerancia, humildad y disciplina, así como en los principios fundamentales basados en el amor y la honestidad.

En el interior de la comunidad terapéutica los adictos aprenden a valorar la vida desde algunos principios que están debidamente establecidos por sus promotores como la honestidad, receptividad y buena voluntad, pero, además, consideran que en el proceso deben aplicarse ciertas normas sobre las que se rige el programa como no drogas, no sexo, no violencia, no destruir, que son de estricta aplicación por parte de los adictos que ingresan a este centro, según refiere Carlos Miguel Reyes Peláez que por el momento es el encargado de orientar cada una de las acciones. Algunos señalan «qué van a cambiar los adictos, pero yo fui uno de ellos y soy una prueba de que otros adictos también pueden cambar, cómo ven, sí se pueden dar cuando uno desea dijo Reyes Peláez.

En el poco tiempo que tiene en la ciudad de Juanjuí han logrado comunicarse con algunos adictos y con sus propios familiares para que entiendan y asuman que la adicción es posible dejarla. Para ello se requiere buena voluntad y decisión no sólo del adicto sino también de los padres, hermanos y todas las personas que están en el entorno del adicto.

A fines de año se estiman que en el centro terapéutico deben estar entre 25 a 30 personas, para ello están trabajando con gran entusiasmo y dedicación a fin de cumplir las metas establecidas. Esta asociación se sustenta la venta de artesanía y golosinas, así como con la ayuda de algunas personas e instituciones que han mostrado su interés en esta propuesta en favor de los jóvenes adictos.

En breve dialogo, el encargado del centro terapéutico manifiesta que a los adictos no les interesa la casa quieren estar siempre fuera del lugar por eso es que el lugar proporcionado por la Municipalidad sufrirá algunos cambios para que los jóvenes y señoritas que estén en el proceso, cumplan las acciones que les corresponden, sin problema alguno.

Por el momento el local no tiene luz, sin embargo el profesor Cesar Campos, uno de los propulsores de esta iniciativa, ha asumido el compromiso de brindar cuanta ayuda en el más breve plazo para lograr la consolidación de este centro, previa coordinación con el alcalde provincial, siguiendo la forma y toma de conciencia que maneja el centro, es decir, detectar, admitir y corregir.