Los tratamientos de los trastornos adictivos siguen la inercia de los criterios asistenciales de la segunda mitad del siglo XX. Aunque estos han dado una respuesta satisfactoria a ciertas personas, hay un numeroso grupo de alcohólicos y drogodependientes con repetidas experiencias terapéuticas fracasadas, expuestos en las recaídas a severos procesos de marginación.
Estos hechos junto con las modernas hipótesis sustentadas en los resultados de las investigaciones y en las relaciones observadas entre drogas y trastornos mentales, animan a revisar los objetivos y medios del tratamiento de los drogodependientes.