Y es que, como aseguran los investigadores consultados por CF, el consumo de cocaína es ya una epidemia mundial, en la que España cuenta con el dudoso honor de situarse a la cabeza, según los datos que presentó el pasado mes de junio Naciones Unidas, por lo que urge encontrar un tratamiento efectivo para tratar esta forma de toxicomanía.

Esta necesidad se debe al hecho de que, como señala Rafael Maldonado, de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona), y uno de los máximos expertos españoles en el estudio de los mecanismos que subyacen a la adicción a drogas de abuso, no existe hoy en día ningún tratamiento específicamente diseñado para atajar por sí solo esta enfermedad. El psiquiatra del Hospital Puerta de Hierro (Madrid) Luis Caballero pone énfasis en este aspecto, y apunta que «los fármacos disponibles tratan de controlar síntomas concretos y han de prescribirse en el contexto de programas psicosociales de recuperación». Los más habituales, concreta Antonio Tejero, de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital San Pablo (Barcelona), son los antidepresivos, para tratar la anedonia asociada a la adicción, y los neurolépticos atípicos.

Maldonado comenta que «la epidemia de la heroína ocurrió en los ochenta, y años después aparecieron la metadona y la buprenorfina, fruto de la identificación de dianas para atacar esa dependencia.

De esta forma, actualmente se cuenta con armas capaces de controlar de manera adecuada a estos pacientes». El actual aluvión de estudios que tratan de identificar dianas para tratar la nueva epidemia que es la adicción a la cocaína refleja que «cuando más se han focalizado los grupos de investigación hacia la búsqueda de dianas frente a la cocaína es en los últimos años, cuando se están alcanzando las cifras más alarmantes» de abuso de esta sustancia, apunta Maldonado.

Pero, aunque cada vez es mayor el conocimiento de los mecanismos cerebrales que subyacen a la dependencia al famoso polvo blanco, «aún queda el importante reto de trasladar esos conocimientos básicos al desarrollo de estrategias que se deriven de nuevas dianas», señala Jakie McGinty, del Instituto de Neurociencias de la Medical University of South Carolina (Charleston, Estados Unidos).

Apuestas

Muchas son las estrategias y las potenciales dianas frente a esta adicción que se evalúan en todo el mundo, pero, como síntesis, destacan la vía de la inmunoterapia y la de los inhibidores de la recaptación de la dopamina, implicados en la necesidad física de obtener esta sustancia en el adicto, resume Maldonado.

La vacuna es, sin duda, la estrategia más esperada y en la que se ponen hoy todas las miradas. Thomas Kosten, director de la División de Alcohol y Trastornos Adictivos del Baylor College of Medicine (Texas, Estados Unidos), uno de los máximos exponentes en la investigación en busca de la ansiada vacuna, señala que el próximo estudio para evaluar a su vacuna candidata en Estados Unidos está previsto para el verano de 2008, y que podría tardar aún cerca de tres años en salir al mercado.

La misma inmunoterapia también se probará en Europa en un estudio en el que intervendrán los hospitales españoles San Pablo (Barcelona) y Ramón y Cajal (Madrid), y que comenzará a principios de 2008 (ver CF del 14-V-2007).

Un problema sin respuestas específicas

Datos de consumo de cocaína en España, efectos que provoca y tratamientos existentes para esos síntomas.

Prevalencia del consumo de la cocaína

  • Un 7 por ciento de la población española la ha probado alguna vez.
  • El 3 por ciento la ha probado en el último año.
  • Tanto el consumo experimental como el esporádico prácticamente se ha duplicado desde 1999.
  • El consumo está más extendido entre los hombres y se concentra fundamentalmente en el grupo de edad comprendida entre los 15 y los 34 años.
  • La proporción de urgencia hospitalaria por reacción aguda a la sustancia pasó del 26,1 por ciento en 1992 al 49 por ciento en 2002.

Efectos provocados por la cocaína y sus tratamientos

  • Depresión, distimia: antidepresivos tricíclicos, inhibidores selectivos de la recaptación de la noradrenalina y la serotonina.
  • Ciclotinia, hipertimia, impulsividad: valproato, carbamacepina, gabapentina, topiramato.
  • Apatía, anergia: agonistas dopaminérgicos
  • Psicosis cocaínica: benzodiacepinas, neurolépticos atípicos.
  • Alcoholismo: disulfiram, cianamida.
  • Opiomanía: buprenorfina.
  • Esquizofrenia: clozapina, neurolépticos atípicos.