Para muchos británicos, ayer fue un día de luto, pero esta vez el fútbol no tuvo nada que ver. Más de la mitad de los pubs de Reino Unido acabaron con la histórica tradición de la «happy hour» (hora feliz), que incluye la venta de alcohol de «garrafón», las campañas del «dos por uno» o el «paga tanto y bebe cuanto quieras».
La Asociación de la Cerveza, a la que pertenecen 32.000 de los 59.000 pubs del país, anunció ayer la suspensión de este tipo de campañas: «Estas ofertas que animan a la gente a beber demasiado y demasiado rápido ya no tienen cabida en la industria», comentó un portavoz de esta organización, Mark Hastings, que a la vez invitó «al resto de pubs y a los supermercados que venden alcohol a mitad de precio a seguir este ejemplo».
El Gobierno dice que el beber desorbitadamente cuesta al país 20 billones de libras (casi 28 billones de euros) al año, entre pérdida de productividad, gastos en salud y Policía. El crimen relacionado con el consumo de alcohol es responsable de la mitad de ese coste, pero otra buena parte se debe a la pérdida de días de trabajo como resultado de las resacas exageradas.
Los británicos no son los que más beben de Europa -de hecho, los españoles van algo por delante-, pero sí están entre los más propensos a las borracheras. Al parecer, beben menos que hace un siglo pero más que hace unos años; alrededor de tres millones de ciudadanos reconocen que no pueden pasar un día sin alcohol.
¿Reducirá esta medida el volumen de alcohol que consumen los británicos y, como consecuencia, el desorden público asociado a él? Esto es lo que desea el Gobierno de Tony Blair, que ha hecho de la lucha contra el crimen uno de los caballos de batalla de su tercer mandato.
El Ministerio del Interior considera que la supresión de la «happy hour» es una respuesta a las amenazas lanzadas el año pasado por el entonces responsable de este área, David Blunckett, de perseguir a aquellos propietarios de pubs que no actuasen de manera responsable. Pero para muchos, la nueva medida contrasta con la anunciada para el próximo noviembre, que permitirá a los pubs y clubes abrir las veinticuatro horas. El Gobierno cree, entre otras cosas, que así frenará el hábito de beber mucho en poco tiempo.
Ayer, muchos pubs descolgaron la ya típica pizarra que anunciaba «Happy Hour 5-7 pm», lo que no impidió que estuviesen a esa hora tan abarrotados como siempre.