El alcoholismo es una enfermedad familiar. Sus efectos podrían ser devastadores para las personas que tienen que soportar esta situación sin ningún tipo de ayuda. Bajo esta filosofía trabaja Al-Anon, una organización o hermandad que quizás se conoce poco en el país, pero que su labor ha trascendido para brindar apoyo a personas que tienen problemas con el alcoholismo.

La presidenta de servicios generales de Al-Anon, Sonia de Choto, cuenta que la entidad se originó en Alcohólicos Anónimos (AA) cuando las esposas e hijos asistían junto a sus padres o cónyuges a estas reuniones.

«Cuando los miembros de AA se reunían para tratar sus problemas de alcoholismo y apoyarse mutuamente para mantenerse sobrios, las esposas conversaban entre sí acerca de sus propias dificultades. Las esposas se limitaban a servir café y pasteles, pero estas familias no tardaron en comprender que ellas también podían usar los mismos principios de que se valían los esposos para lograr la sobriedad, pues la misma enfermedad afectaba a todo el círculo familiar», explicó la presidente de servicios generales.

Hoy en día, la labor de Al-Anon se ha extendido por todos los rincones del mundo como Estados Unidos, Canadá y México. Los grupos de Al-Anon han adoptado Los Doce Pasos de los Alcohólicos Anónimos, con algunos ligeros cambios, los cuales fueron aceptados como los principios por los cuales sus miembros se rigen.

«Vivir en una condición alcohólica es una cosa bien complicada, es una enfermedad en donde se tiene que aprender de ella para poder superar ese problema. Aunque una persona no beba tiene las mismas actitudes de una persona que sí lo hace. Es por ello, que hemos adoptado los pasos de Alcohólicos Anónimos. Sólo en el décimo paso cambiamos la palabra alcohólico por personas o cosas. Con esos pasos o tradiciones nos regimos todos los miembros de Al-Anon, los cuales nos enseñan a superar todos esos temores para ver de distinta manera la vida», agregó la directora.

De Choto comentó que en la actualidad existen 24 mil grupos Al-Anon y Alateen inscritos. Este último surge en 1957 cuando un adolescente cuyos padres eran miembros de Al-Anon y AA comenzó un grupo para jóvenes de su misma edad. Un año más tarde, ya había 31 grupos de Alateen inscritos en la Sede de Al-Anon con lo cual se estableció un comité de Alateen.

Para los miembros de Al-Anon ni las costumbres ni el idioma ni la hora cierran el paso al trabajo de la organización. Es por eso que llevarán a cabo el 1, 2 y 3 de agosto la III Convención Al-Anon y Alateen de El Salvador, bajo el lema «Compartiendo los tesoros de Al-Anon». El evento contará con la participación de Salvador V., de México, quien compartirá su testimonio.