La crisis económica también está contribuyendo a cambiar los hábitos que rodean al consumo de drogas. Y es que los primeros en caer son el eslabón más débil, aquellos adictos a las drogas que se encuentran en riesgo de exclusión social y que tienen, todavía más dificultades para conseguir o mantener un empleo.

Sin trabajo no hay sueldo y sin sueldo no hay dinero para mantener el nivel de consumo. Ello ha hecho que muchos de los consumidores habituales hayan iniciado la venta de sustancias como fuente de ingresos para mantener su nivel de consumo, e incluso hay mujeres consumidoras que se han iniciado en la prostitución para obtener dinero y seguir consumiendo. Lo dice la memoria presentada al Ayuntamiento de Albacete por la Fundación Atenea de la Mediación Social en Drogodependencias con datos recogidos durante el 2009.

Esta memoria reconoce que la actual situación de falta de empleo y de estabilidad económica está empujando al colectivo de consumidores fuera del mercado laboral lo que conlleva un mayor riesgo de exclusión social.

Además, tienen que competir por un trabajo en los planes sociales de empleo con el resto de la población, la considerada «normalizada», que también ha sido golpeada por la actual crisis económica.

Problemas laborales

De ahí que hayan sido las consultas sobre el empleo las que más aumentaran durante el pasado ejercicio a la Fundación Atenea en su labor de asesoramiento al colectivo de toxicómanos.

Pero la crisis también ha modificado los propios hábitos de consumo. De hecho, la heroína ha pasado de ser una sustancia casi residual durante los últimos años disparar su consumo en el 2009. Eso sí, ya no se consume vía parenteral (es decir pinchada), que se mantiene en esos niveles residuales, sino inhalada, sino que se ha puesto de moda el consumo del denominado «speed-ball», una mezcla de heroína y cocaína, que combina los efectos de ambas y puede provocar cuadros delirantes paranoides. La Fundación Atenea considera «preocupante» el «fuerte aumento» de jóvenes que se inician en el consumo de esta sustancia en Albacete.

Pese a este repunte, la cocaína sigue siendo la sustancia que más problemas genera ya que se ha extendido el consumo de coca en base (piedras) sin que haya disminuido el de la presentación el clorhidrato (rayas). La Fundación Atenea tiene tutorizadas en Albacete a más de medio centenar de personas con «serios» problemas conductuales, sociales y sanitarios, como consecuencia del consumo de «coca en base».

También importante es el consumo de benzodiacepinas, sustancia utilizada sobre todo por personas con adición a la heroína para reducir los efectos como el «mono» cuando no pueden conseguirla. Atenea cuenta con 33 participantes por abuso de esta sustancia en sus programas, aunque reconoce que no ha encontrado un patrón de consumo en la ciudad.

Actuaciones preventivas

Para combatir el consumo de cocaína la Fundación Atenea, que se encarga de la mediación social de drogodependencias del Ayuntamiento de Albacete, ha impulsado la realización varios programas, entre los que sobresalen aquellos que buscan minimizar los daños que sufren los drogodependientes. Por ello se encarga del reparto de material preventivo como jeringuillas o preservativos, pero también de papel de plata. Así, durante el 2009 repartieron 427 jeringuillas mediante el programa de intercambio, 325 entre los hombres y 102 en mujeres. También se distribuyeron más de 6.200 preservativos entre los usuarios de este servicio para prevenir la transmisión de enfermedades, y se repartieron 500 pliegos de papel de plata y otras tantas carpetillas para guardarlo, con el objetivo de mejorar las condiciones higiénicas.

El Ayuntamiento renovará el convenio con la Fundación Atenea el convenio de colaboración para la realización del programa de «Mediación Social en Drogodependencias» para el año 2010, que hoy mismo pasará por la Comisión de Igualdad y que contempla una inversión de 106.000 euros.

Este programa, que la Fundación Atenea desarrolla en Albacete desde el año 2002, establece un recurso altamente especializado con capacidad para atender situaciones individuales y colectivas que tienen un difícil acceso a recursos sociales o terapéuticos normalizados y que requieren un apoyo extra. Por ello, el objetivo de este recurso es atender al colectivo de drogodependientes en situación especialmente preocupante de exclusión social que se encuentra fuera de la red de asistencia.

Menos riesgos

Dentro de este programa, la Fundación Atenea desarrolla dos proyectos, «Menos riesgos, más salud» con un carácter más asistencial y enfocado hacia el tratamiento de toxicómanos; y «Antena de riesgos» con carácter preventivo dentro de la reducción del daño, en un ambiente muy cercano a la exclusión social.

Durante el pasado año, la Fundación Atenea, atendió a casi 200 usuarios en la capital, 143 hombres y 52 mujeres. De ellos, 53 son usuarios que se incorporaron durante el pasado año a los programas que desarrolla la organización, mientras que otros cuatro causaron baja, aquellos que han fallecido.

Además, se atendió a 105 personas (71 hombres y 34 mujeres) en el programa de prevención en menores de 21 años, 49 de ellos nuevos. Además, 83 usuarios volvieron tras darse de baja en un programa anterior, lo que denota el alto grado de recaída en el caso de abandono temprano de las terapias.

Otras 188 personas pasaron por los talleres formativos, charlas y jornadas que la Fundación Atenea realizó en colaboración. Además, 1.630 personas pidieron asesoramiento sanitario a la Fundación Atenea.

La inmensa mayoría de ellas requiere apoyo psicológico (1.112 casos), pero también se reclama información sobre medicina general (298 casos), tratamientos médicos (99), enfermedades de transmisión sexual (65), sobre higiene (32) y sobre sexo seguro (24).

También es elevado el número de personas que piden asesoramiento sobre cómo consumir las sustancias para evitar riesgos, especialmente en el consumo de cocaína de base «que hasta 2006 fue residual en Albacete y que en 2009 fue la principal sustancia de consumo, unida a problemas de marginalidad y delincuencia», asegura el informe de la Fundación Atenea.