Un total de 32.562 adolescentes andaluces de entre 12 y 16 años, ha probado alguna vez la cocaína, la heroína, las anfetaminas o los tranquilizantes. El dato, un 8,1% de esta población, se suma además al hecho de que de todos los que lo han probado, 8.061 lo siguen haciendo, reconociendo así que son consumidores habituales de este tipo de drogas. Aunque su consumo es muy alto, hay otro dato que resulta curioso, y es que se trata de un consumo exclusivo de varones, muy pocas chicas tienen este hábito. Este es sólo uno de los resultados de un ambicioso estudio elaborado por el sociólogo Francisco Cruz Beltrán, de la Universidad de Huelva y que cuenta con la colaboración de Proyecto Hombre Andalucía y la Fundación El Fuerte. El informe se ha llevado a cabo mediante una encuesta a 2.560 adolescentes andaluces, en 43 municipios de esta comunidad.

El cuestionario preguntaba a los adolescentes acerca de su relación con las drogas, su actitud ante ellas, las razones para su consumo, sus relaciones sociales o familiares, su nivel de satisfacción con los estudios o si han probado estas sustancias alguna vez y si es así en qué circunstancias fue. De este modo se han obtenido resultados sobre el nivel de consumo de estos jóvenes y a su vez datos de cómo es el ambiente social que les rodea y si ello les empuja o no al consumo de drogas.  En general, los adolescentes andaluces están «bastante satisfechos» con su vida, más los chicos que las chicas, y más en municipios rurales que en los urbanos. Aún así, más de 20.000 adolescentes están «poco o nada satisfechos» con su vida y otros 69.000 opinan que su nivel de satisfacción es «regular».

Entre las principales razones esgrimidas por estos jóvenes para consumir drogas se encuentra, en primer lugar, «para divertirse y pasarlo bien» (57%); en segundo lugar, «estaba de moda y lo tomaban los amigos» (55%); y por último, «curiosidad y deseo de tener sensaciones nuevas» (40%). El factor social vinculado a las drogas es innegable, ya que el estudio refleja la visión que tienen del consumo de drogas como elemento de integración y diversión en consonancia con sus actitudes ante el grupo en el que se mueven.

Necesidad de conocerlas y probarlas.

Aunque la mayoría opine que las drogas son unas sustancias peligrosas que no deben ni probarse (80% de las respuestas), el dato varía según la edad ya que en 1º de la ESO son un 91% de los adolescentes los que responden así, mientras que en el 2º ciclo de la ESO el porcentaje baja hasta el 79%. Además, los chicos casi duplican a las chicas en necesidad de conocer y probar las drogas.

En cambio, sí tienen información suficiente acerca de las drogas y su peligrosidad. Según sus propias respuestas les  otorgan niveles de peligrosidad altos. Según la encuesta, la mayoría percibe un nivel de peligrosidad «regular» en cuanto al tabaco y el alcohol, «bastante peligrosas» sobre los tranquilizantes, cannabis y anfetaminas, y «muy peligrosas» la cocaína y la heroína.

Alcohol y tabaco.

En cuanto a las drogas consideradas por ellos mismos como «menos peligrosas» se encuentran el tabaco y el alcohol. En cuanto al alcohol, tres de cada cuatro adolescentes afirman haberlo probado alguna vez, más chicas que chicos, y más en el entorno rural que en el urbano. De todos aquellos que lo han probado, un 35% sigue haciéndolo de manera habitual.  Si hablamos del tabaco el estudio refleja que casi un 50% de ellos han fumado alguna vez.

El estudio demuestra que cuanto más integrados estén en un círculo social, mayor es el consumo que hacen de tabaco y alcohol, algo que demuestra la importancia del grupo  a la hora de consumir estas sustancias.

Otro factor de riesgo es la aceptación que encuentran ya que el 90% de los encuestados cree que tanto el tabaco como el alcohol gozan de una gran aceptación social. Asimismo, restan peligrosidad a su consumo ya que un 47,2% piensa que el tabaco no es peligroso. En cuanto a los que beben, las principales  razones son, por este orden: bajo nivel de satisfacción con sus estudios; bastante integración con su grupo de amigos; no muy buenas relaciones con su familia.

Casi un 20% ha probado la marihuana o el hachís.

El 19,1% de los adolescentes andaluces de entre 12 y 16 años reconoce haber probado alguna vez la marihuana o el hachís, afirmando además el 5% de ellos que siguen consumiéndolas habitualmente. El gran peligro de este grupo de drogas es que frecuentemente suelen ser la puerta de entrada a otro tipo de drogas, algo que queda ampliamente demostrado en este estudio ya que la mayoría de los actuales consumidores de cocaína o anfetaminas fueron primero consumidores de hachís o cannabis.

Las provincias con un mayor consumo de estas sustancias son  Sevilla, Málaga y Almería, claramente diferenciadas de otras por su alto nivel de consumo. Otro dato relevante es que los consumidores de este tipo de sustancias lo hacen mayoritariamente porque no se encuentran nada satisfechos con sus estudios y porque tienen unas malas relaciones familiares.

En definitiva el estudio refleja un alto consumo de drogas por parte de un segmento de la población que aún se encuentra en la etapa escolar y que en muchos casos ni siquiera ha cumplido los 16 años. Refleja un mayor consumo en los pueblos que en las ciudades, un aumento progresivo con la edad y un consumo mayor cuanto menor es el nivel educativo de los padres, datos que cuestionan los programas de prevención ante las drogas. Por todo ello, la Fundación El Fuerte plantea iniciar los cursos preventivos a edades más tempranas, es decir, en los cursos de primaria, ya que la mayoría de los chavales de secundaria ya ha probado las drogas alguna vez.

Grupo El Fuerte.

Grupo El Fuerte cuenta en la actualidad con varias divisiones de negocio: la división hotelera con seis hoteles en España, ubicados en Marbella, Conil,  Grazalema y El Rompido, la división inmobiliaria con el residencial Calaceite en Torrox y la división agrícola, con una explotación en Estepa (Sevilla). También pertenece al Grupo El Fuerte el estudio de Interiorismo EID y la Fundación Fuerte, que tiene el objeto de colaborar en la solución de los problemas de su entorno social.

Su dinamismo y solidez se ve reflejado en el refuerzo de su división hotelera, con la próxima apertura de un complejo hotelero de 5 estrellas en Jamaica, y con el proyecto de expansión a través de la explotación y gestión de establecimientos independientes.

El Grupo El Fuerte se caracteriza principalmente por la preocupación por la excelencia turística, la preservación del medio ambiente, la innovación permanente, la formación continua de sus empleados y su compromiso con el desarrollo, social y cultural de su entorno.