Consultas específicas: Las reciben aquellos fumadores que necesitan un apoyo más especializado para abandonar su adicción.
Seguimiento: En la historia clínica de cada paciente se irá anotando la evolución. Si un fumador no está dispuesto a dejarlo en la primera consulta se le seguirá informando.

Consejo personalizado: El médico de cabecera motiva al paciente con informaciones positivas sobre los beneficios que traería a su vida dejar de fumar. Se propone una fecha para dejar el tabaco y el paciente fumador recibe una guía práctica con indicaciones para seguir el programa.

Las fases del plan

El programa de deshabituación tabáquica del SAS se ha implantado con éxito en los centros de atención primaria de la Costa. En poco más de tres meses un total de 315 pacientes fumadores mayores de 15 años se han decidido a combatir su adicción con la ayuda de su médico de cabecera gracias a este plan que se basa en cambiar hábitos con un seguimiento personalizado.
«Para ser un programa que se acaba de poner en marcha podemos hablar de éxito en los tres primeros meses evaluados», valora Camilo López, coordinador de Educación para la Salud del Distrito sanitario Costa-Alpujarra. El programa de deshabituación tabáquica que el SAS ha implantado en todos los centros andaluces se dirige especialmente a la población adulta. A los adolescentes se les trata de motivar con otro tipo de actividades formativas y preventivas, fundamentalmente en los centros escolares.

Hombres de más de 35

En el Distrito sanitario Costa-Alpujarra la población objetivo del programa es de 40.000 pacientes, ya que se calcula que el 40% de la población mayor de 15 años fuma habitualmente. Aunque en esta primera fase de implantación del programa los resultados no arrojan datos cualitativos, sí se señala que la mayoría de los pacientes que intentan dejar de fumar suelen ser hombres de entre 35 y 45 años que suelen fumar un paquete diario. El 80% de los fumadores que han participado en esta iniciativa en otras ciudades declara que estaría dispuesto a dejar de fumar o al menos a intentarlo. Precisamente esta pregunta es la que desde principios de año realizan los médicos de atención primaria de todos los centros de salud de la Costa: «¿es usted fumador?, ¿estaría dispuesto a dejarlo?». El primer paso del plan- si el fumador está dispuesto a intentarlo- pasa por fijar una fecha tope para dejar de fumar.

Después comenzará la fase conocida como consejo personalizado, en la que el médico pedirá al paciente que analice los motivos por los que fuma y le motivará para dejarlo. El tratamiento se basa en cambiar los hábitos por ejemplo, beber más líquidos para eliminar la nicotina, hacer deporte o suprimir el café de las comidas si éste va unido al cigarrillo. Además se les entrega una guía para seguir el programa, especialmente indicada para superar los momentos de «crisis».

Ni parches, ni chicles

«La motivación es la terapia fundamental que se sigue en este programa, ni parches, ni chicles. La dependencia psíquica es mucho más fuerte que la física. También es importante desmitificar las creencias erróneas como que dejar de fumar engorda», señala López.

Para poner en marcha este programa ha sido necesario formar al personal médico de los centros de salud de la Costa y Alpujarra y consensuar un protocolo de actuación.

La Asociación Española contra el Cáncer trabaja a todo ritmo en la preparación de las actividades para el próximo 31 de mayo, Día mundial sin tabaco, que se darán a conocer en la Costa la próxima semana y que este año incidirán en la importancia del deporte para dejar de fumar. Además la AECC continúa con sus talleres y charlas sobre prevención del cáncer de pulmón en institutos y centros de adultos de las distintas localidades de la comarca. Este año aún no se han puesto en marcha los grupos de deshabituación tabáquica que coordinan los profesionales de la asociación, pero comenzarán a funcionar en los próximos meses.

«Nuestras actividades huyen de meter miedo con los riesgos de fumar. Tratamos de informar, basándonos experiencias clínicas para que una vez que son conscientes de estos riesgos decidan», explica la coordinadora del comité técnico de la AECC en la Costa, Pilar Lozano.