La FDA estadounidense ha dado luz verde a la comercialización de un test, desarrollado por la compañía OraSure Technologies y distribuido por Abbott Laboratories, que detecta la presencia del virus del sida en una gota de sangre en 20 minutos.
Bautizado como OraQuick Rapid HIV-1 Antibody Test, representa un importante avance sobre las pruebas de detección que se usan en la actualidad, que requieren análisis más complejos y tardan unas 2 semanas hasta obtener los resultados, según declara el secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos del país, Tommy Thompson. Según las autoridades sanitarias, el test puede revolucionar la lucha contra el virus del sida.
Se calcula que en Estados Unidos hay unos 950.000 infectados por el VIH, pero sólo uno de cada cuatro sabe que está infectado. En opinión de Tommy Thompson, la disponibilidad de esta nueva prueba que hace más fácil la detección permitirá diagnosticar más casos de infección y se convertirá en una importante herramienta para la salud pública.
Por ejemplo, según la FDA, cada año unas 8.000 personas se someten a la prueba del sida y nunca regresan a recoger los resultados, algo que evitará el nuevo test.
La prueba tiene una precisión superior al 99%. Detecta la presencia de una proteína que fabrica el organismo en respuesta al virus y no el VIH en sí. No obstante, para ser efectivo es necesario que se realice la prueba un mínimo de 3 meses después de que el individuo haya contraído la infección.
La FDA ya aprobó otra prueba de detección rápida, pero presenta algunos inconvenientes, como son la necesidad de refrigeración del producto antes de su uso y de extraer sangre de la vena del paciente. Por el contrario, el OraQuick no requiere refrigeración y no necesita más que una gota de sangre. Por el momento, únicamente podrá ser empleado por técnicos de laboratorio experimentados, aunque es previsible que su uso se amplíe próximamente, tal como declaró Tommy Thompson.