Un trabajo científico desarrollado en Corrientes dilucidó niveles de derivados de cocaína, en pelos de adictos a dicho estupefaciente y en cabellos de mascadores de coca. Como resultado de la investigación, se puede establecer la posibilidad de diferenciar si una persona es cocainómana o simplemente “coqueadora”. A ello hay que agregar que los estudios se realizaron en la matriz de un pelo, considerado de extrema importancia legal, ya que permite conservar indicios periciales por muy largo tiempo.

La investigación científica de llevó a cabo en Corrientes, en del Instituto de Ciencias Criminalísticas y Criminología de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne). Los resultados resultan de suma importancia, ya que dan la posibilidad de diferenciar si una persona es adicta a la cocaína o sólo es mascadora de hojas de coca.

En el proceso del coqueo, las hojas de coca son resquebrajadas y humedecidas en la cavidad oral en las encías y entre los carrillos, permitiendo que los alcaloides –en contacto con la mucosa bucal– sean absorbidos pasando directamente al torrente sanguíneo. Una parte de los alcaloides pasa al tracto digestivo, donde son degradados antes de llegar a la circulación sanguínea por acción del ácido clorhídrico y las enzimas digestivas.

Si bien el estudio de los metabolitos de cocaína fueron estudiados por varios investigadores del mundo, fundamentalmente en matrices tradicionales (sangre y orina); en referencia a estos compuestos en muestras de pelos de coqueadores, las investigaciones científicas disponibles no son muy abundantes. “De allí que el objeto de la tarea fue profundizar en el conocimiento analítico en calidad y cantidad de la presencia de los metabolitos mencionados en pelos de coqueadores”, explicó la licenciada en Criminalística Gisela Forlín.

Detalles

“En general se entiende por alcaloides, a determinadas sustancias que presentan reacción alcalina. El nombre está muy difundido entre drogas de abuso que son de carácter alcalino; un ejemplo concreto es la cocaína, que es la sustancia sobre la cual se está trabajando”, explicó la profesional a la revista Ciencia y Técnica de la Unne.

“El organismo, al recibir la cocaína, produce sobre su molécula, cambios, modificaciones químicas; este proceso de biotransformación molecular se denomina metabolismo, y los productos que se originan reciben el nombre de metabolitos”, continuó diciendo.
En síntesis, Forlín expresó que “cuando ingresa la cocaína al organismo, a partir de ella se forman metabolitos, benzoilecgonina, metilester de ecgonina, coca etileno, higrinas y muchos más”.

“Si se desea identificar cocaína en el organismo, después de un cierto tiempo de consumida es muy posible que ya no la encontremos como tal, pero sí hallaremos sus metabolitos que nos estarán indicando la presencia de la droga madre, la cocaína”, remarcó. Asimismo, cabe destacar que los metabolitos tienen una vida media limitada en las matrices tradicionales (sangre y orina), lo que limita su uso en la actividad forense, vale decir que estas matrices no son un material utilizable a largo plazo, en el sentido de que una vez que las sustancias finalizan con sus procesos metabólicos desaparecen totalmente. “Pero en este momento contamos con otra matriz de gran utilidad: el pelo; siendo ésta la matriz en la que se encuentra trabajando nuestro grupo”, destacó la investigadora.

Ventajas

Para entender por qué el pelo es la matriz elegida para analizar la presencia de alcaloides en el cuerpo humano, para Forlín es necesario que se entiendan algunas cuestiones. “La cocaína y sus metabolitos pueden ingresar al bulbo piloso (lugar donde se origina el pelo) y por mecanismos aún no muy claros unirse a las proteínas del mismo y avanzar junto con ellas en el crecimiento permaneciendo en él en forma indefinida, hecho de gran importancia en la actividad forense, porque nos permitirá mediante estudios, aplicando diversas metodologías analíticas, poder dilucidad si una persona involucrada en un hecho delictivo se encontraba bajo los efectos de la droga en estudio”, explicó.

Asimismo, destacó que si bien el enfoque del trabajo realizado es de aplicación forense, “no debemos dejar de mencionar que también es aplicable en otros ámbitos, por ejemplo, las ciencias médicas; donde permite evaluar la presencia de consumos crónicos o agudos de droga, como también el seguimiento de los tratamientos aplicados a adictos”.