El consumo de bebidas alcohólicas es un gran problema de salud pública en todo el mundo. La toxicidad asociada con el consumo excesivo de alcohol conocido a nivel internacional como «binge drinking» (BD) —es decir, beber 4 vasos estándar de alcohol o más para las chicas y 5 o más para los chicos en una ocasión o período corto de tiempo—, así como su enorme poder adictivo, hacen que el alcohol sea uno de las drogas más consumidas y peligrosas, que causan la muerte y la discapacidad en todo el mundo.

En España, en los últimos años se han producido cambios importantes con respecto a la cantidad de alcohol ingerido y los patrones de consumo, particularmente en la población de adolescentes y adultos jóvenes. En España, el consumo excesivo de alcohol está asociado con el «botellón», que consiste en beber alcohol en exceso en lugares públicos con amigos durante las noches de fin de semana, utilizándolo como sinónimo de bebida orientada a la intoxicación.