Tomar la decisión de dejar de fumar es fácil. La dificultad radica en cumplirla. En la actualidad, los centros de salud del Área Sanitaria III ofrecen ayuda individual para que las personas abandonen el tabaco. Ahora, los profesionales sanitarios conocen las terapias de grupo desarrollada por el Instituto Nacional de Silicosis en Oviedo. Posteriormente, se decidirá si se incorporan a la red de Primaria, si bien en algunos centros ya se ofrece de forma experimental.

Enrique Bango, director médico de Atención de Primaria, indicó que el desarrollo de las terapias de grupo se realizará a medio plazo, en uno o dos años. Según explicó, «los profesionales de Primaria tienen que confirmar el interés por esta terapia. Luego habría que ver las necesidades de formación, incluyendo algunas estancias en Silicosis para conocerla y, posteriormente, analizar las necesidades presupuestarias. Antes de 2006 sería difícil que se pudiese ofrecer de forma generalizada».

Compromiso personal

Durante la semana pasada, el doctor Sala y la enfermera Idalina Fernández González, de la Unidad de Tabaquismo del Instituto Nacional del Instituto Nacional de Silicosis, explicaron la terapia de grupo que realizan en Oviedo. A ella se puede acceder bien mediante un volante del médico de familia, o bien solicitándola directamente en Silicosis.

En los 21 años que la consulta lleva abierta han pasado por ella 5.848 personas, con un porcentaje de éxito del 80% para los fumadores que culminan todo el programa. Al igual que sucede con otras adicciones, los lazos de ayuda mutua y la posibilidad de compartir las experiencias representan un apoyo importante para las personas que quieren dejar de fumar.

El programa se inicia con una primera consulta donde se informa a la persona, bien los lunes o los miércoles. Posteriormente, si se quiere iniciar se acude a la terapia, que se celebra cada miércoles, bien en horario de mañana o de tarde. «El método es muy flexible, se adapta a las necesidades de la persona», explica Idalina Fernández. Así, por ejemplo, las terapias son dinámicas, donde la gente se incorpora y sale según sus disponibilidades.

Durante los dos primeros meses (la época más dura) se aconseja acudir semanalmente y, posteriormente, una vez al mes hasta cumplir el año sin fumar. De todos modos, no existen trabas para que la persona acuda más veces o durante un tiempo superior a un año si así lo considera necesario. La terapia se complementa con apoyo farmacológico, siempre que el paciente lo reclame. «Nunca se impone nada», explica la enfermera. MÁS INFORMACIÓN I Instituto Nacional de Silicosis. 985108048