Los residuos del humo del tabaco que perduran en todas las superficies, mucho tiempo después de que el cigarrillo fue extinguido, también liberan agentes cancerígenos, según expertos.
Los investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en California, dicen que estos residuos reaccionan con las sustancias contaminantes del aire en ambientes interiores y producen peligrosos compuestos que pueden causar cáncer, reportó la BBC Mundo.
Los investigadores llevaron a cabo pruebas en el laboratorio y encontraron “niveles sustanciales” de toxinas en el material que ha sido expuesto al humo de tabaco, como muebles, ropa y piel.
Afirman que aunque los fumadores han sido “desterrados” hacia el exterior para reducir el humo de segunda mano, los residuos del tabaco que permanecen con ellos entran a los ambientes interiores donde el humo de tercera mano puede volverse perjudicial.
Los científicos afirman que las manchas de nicotina en la ropa, muebles y papel pueden reaccionar con un contaminante común en ambientes interiores, llamado ácido nitroso.