La Comisión Europea pedirá el próximo miércoles que las cajetillas de tabaco que se venden en laUnión Europea muestren advertencias más grandes sobre el riesgo para la salud que supone fumar, por encima del 40% del paquete que es obligatorio en la actualidad.

El objetivo es que haya «uniformidad en los productos del tabaco», para corregir la disparidad que existe en el mercado de la UE, y por ello Bruselas quiere «aumentar la superficie» del anuncio, según ha indicado el portavoz comunitario de Salud, Frédéric Vincent.

La directiva en vigor data de 2001 y exige que las cajetillas dediquen un 40% de su espacio a alertar de los riesgos que supone fumar, una advertencia en la que es obligatorio un mensaje de texto, pero deja en manos del Estado miembro la opción de incluir imágenes. Las cajetillas con imágenes o fotografías se venden en diez Estados miembros, incluido España.

Aunque queda por ver cuánto espacio quiere Bruselas que se ceda a los mensajes de alerta en las cajetillas, parece claro que el nuevo comisario de Salud, Tonio Borg, no irá tan lejos como para proponer la llamada «cajetilla genérica» que estandariza el color, logo y otros contenidos de promoción del fabricante y lo dejará a criterio de los estados.

Limitar sabores para atraer nuevos fumadores

Bruselas apuesta por regular mejor los componentes del tabaco y limitar con ello ingredientes o aromas aparecidos en los últimos diez años, como los cigarrillos con sabor a fresa o vainilla, que hacen más atractivo el producto y pueden atraer nuevos fumadores, sobre todo entre los jóvenes.

Vincent recuerda que el número de fumadores en la Unión Europea aumenta ligeramente cada año, en especial entre las mujeres y los jóvenes, algo que «preocupa» especialmente a Bruselas, porque tres de cada cuatro nuevos fumadores tenían menos de 18 años cuando se iniciaron en el hábito de fumar. 
Una vez presentada la propuesta legislativa de Bruselas, arrancará un periodo de negociación con los Veintisiete y el Parlamento Europeo que puede llevar hasta dos años, por lo que no se espera que la nueva directiva pueda estar lista antes de 2015.

El ya ex comisario John Dalli cesó en el cargo de manera fulminante después de que la Oficina antifraude europea (OLAF) informara de un posible caso de tráfico de influencias con la industria tabaquera.