Cada día intentan dejar de fumar unas 9.000 personas en el conjunto de España, aunque sólo 300 siguen abstinentes al cabo de un año, según estimaciones del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) ofrecidas en Sevilla con motivo de la presentación de la campaña «Vida sin tabaco».

El hábito tabáquico provoca 55.000 muertes anuales en España, según datos de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía que revelan que el 31% de la población andaluza fuma diariamente.

En este sentido, el miembro del Comité de Expertos para Una Vida sin Tabaco y dirigente de la compañía Novartis Consumer Health, Jaume Pey, que presentó en Sevilla la citada campaña, explicó que se trata de una iniciativa que tras haberse celebrado con éxito en ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao, visita en esta ocasión la capital hispalense con el fin «de llegar a ese 70% de la población española fumadora que quiere dejar el hábito».

En este sentido, Pey explicó que la razón de ser de esta campaña, que permanecerá en una carpa habilitada en el Centro Comercial Nervión Plaza hasta el próximo sábado, «es atender a este 70% de la población fumadora que quiere dejar su hábito, pero que no lo consigue si no es con una asistencia y ayuda especializada adecuada».

A tenor de ello, Pey se mostró confiado de que «sólo en Sevilla capital visiten nuestras instalaciones más de 1.000 personas». Hasta el momento, han visitado la carpa 5.000 personas en toda España.

Por su parte, el jefe de Neumología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Dr. José Castillo, indicó que «la lacra del tabaco es la principal responsable de los enfisemas cánceres de pulmón que se registran en España, entre otras patologías».

Por esta razón, abogó por la creación de «más unidades completas antitabaco, que incluyan además de neumólogos y cardiólogos otros especialistas, como psicólogos». Así, precisó que «si bien muchos centros sanitarios disponen de unidades antitabaco con especialistas neumólogos o cardiólogos, en Andalucía sólo hay dos de estas instalaciones que se pueden considerar completas y que atienden al paciente en toda su dimensión».

Asimismo, Castillo pidió tanto a la Administración central como autonómica, que las acciones encaminadas a solucionar el hábito tabáquico entre la población «se centren en aquellas personas jóvenes que aún no han comenzado a fumar y no ya tanto en los fumadores adultos de más de 40 años».

En este sentido, precisó que «no se trata de que no haya campañas dirigidas a los fumadores consumados o a enfermos, sino que los esfuerzos y la inversión se dirijan también a los jóvenes, para que paulatinamente la población española pueda alcanzar índices tan bajos como los de la población escandinava en la que tan sólo el 5% es fumadora».

Al hilo de ello, Pey recordó que el hábito tabáquico genera un gasto a las arcas de la sanidad pública que se sitúa en torno a los 3.700 millones de euros anuales.

Por su parte, el especialista en Cardiología del Hospital Virgen de Macarena de Sevilla, Dr. Víctor López, advirtió de «la publicidad engañosa de muchos productos milagro para dejar de fumar», ya que, según argumentó, «la unidades de tabaquismo de los hospitales, que están especializadas en ello y que están dirigidas por profesionales, sólo consiguen un éxito del 25% de los pacientes tratados». De ahí, recalcó, «la importancia de rehuir de la publicidad engañosa».

Igualmente, el Dr. López hizo hincapié en el número de muertes anuales que vienen derivadas por el consumo de tabaco «y que son diez veces más que el numero de muertes que se registran al año en España por accidentes de tráfico».

Con este objetivo, las personas que visiten la carpa instalada en el centro Comercial Nervión Plaza podrán realizarse, de forma gratuita, distintos tests y análisis encaminados a determinar el grado de dependencia de tabaco que tienen.

Entre las pruebas que podrán hacerse destaca el Test de Fagerström, que mide el nivel de dependencia tabáquica de una persona; el Test de Richmond, que evalúa el grado de motivación para dejar de fumar, y pruebas de coximetría que miden los niveles de monóxido de carbono (CO) en el aire expirado por el fumador.