La Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Chiclana (Archi) celebró en la jornada del sábado el Día Sin Alcohol, una conmemoración en la que, entre otras iniciativas y actividades, ofrecieron su valoración de una estadística recientemente publicada en la que se recogen las cifras relacionadas con el consumo de drogas.
En este sentido, dicho colectivo habla de los datos a los que se hace referencia en la encuesta sobre drogas publicada el 5 de noviembre y en la que se constata un descenso en el consumo de alcohol y tabaco hasta los niveles registrados en 1997, así como la estabilización en el consumo de cocaína y el retraso en la edad a la que los jóvenes comienzan a consumir drogas y el aumento de la percepción del riesgo en el consumo.
Ante todo esto, algo que desde Archi se califica como «buenas noticias si fueran ciertas», los responsables de la asociación local alertan de un aumento en el número de jóvenes y familiares que se acercan a dicho colectivo para solicitar ayuda, así como de un especial incremento en el número de mujeres que se suman a esta petición de ayuda.
Por este motivo, desde Archi, y más concretamente por parte de su presidente, José María Pastrana, se hace hincapié en la necesidad de «no bajar la guardia en la lucha contra las drogodependencias y las adicciones», objetivo, entre otros, de los actos y celebraciones que la asociación lleva a cabo en jornadas como las del sábado.
En esta línea, y según la experiencia de los trabajadores y voluntarios de dicho colectivo, desde Archi se advierte que, si la heroína ha ocasionado una alarma social y una conciencia clara del problema, en el caso de otras sustancias como la cocaína o el cannabis la percepción del riesgo y el peligro se ha ido diluyendo e incluso perdiendo.
Esto sucede, apuntan desde la asociación local, con mayor claridad en el caso del consumo y el abuso de sustancias como el alcohol por parte de jóvenes y adultos, unas sustancias que han alcanzado unos niveles de aceptación y normalización por parte de la sociedad que deben ponerse en entredicho y requieren de una actuación especial.
Esta normalización en el consumo y el abuso de alcohol supone un grave problema, mucho más si se pone en relación con las alarmantes cifras de mortalidad de jóvenes en accidentes de tráfico motivados por dicha causa y de episodios de violencia doméstica o de otra índole que en muchas ocasiones vienen provocados o acentuados por el consumo de estas sustancias, resaltan desde Archi, demandando al mismo tiempo una actuación conjunta desde los diferentes sectores de la población como las familias, instituciones públicas, medios de comunicación, etcétera.
«Para esto debemos seguir ayudando a las personas que se acercan a la asociación -se destaca desde el colectivo local- así como informando y previniendo a la población, ya que, pese a las cifras que se publican, desde el contacto directo con los afectados podemos constatar que la realidad es otra muy diferente y requiere de un trabajo constante».
Con este fin el colectivo local celebra en torno al Día sin Alcohol diversas actividades que van desde talleres preventivos para adolescentes en centros de Secundaria, mesas informativas en las calles del centro de la ciudad (como se muestra en la fotografía), anuncios en medios de comunicación y convivencias en la sede del colectivo. Asimismo, a lo largo del año entre sus líneas de actuación por medio de diferentes cauces siguen estando la prevención, el apoyo a las familias y a los enfermos, el tratamiento de los enfermos, etcétera.