El aumento de las enfermedades mentales por el incremento del consumo de drogas entre los jóvenes es una de las cuestiones que alarma a los movimientos asociativos que desde hace años trabajan en este sentido. Precisamente, del 6 al 8 de febrero éstos se reunirán en Cádiz -una de las ciudades más castigadas por la droga- para celebrar las II Jornadas Andaluzas de Asociaciones de Drogodependencias, Sida y Patología Dual.

Bajo el lema «Juntos podemos», las cuarenta asociaciones que integran la Federación «Redes» quieren implicar a las administraciones y a la sociedad y hacer una llamada de atención para luchar contra el narcotráfico. De hecho, el vicepresidente de REDEIN, Francisco J. Mena de Mira, indicó que su asociación está personada como acusación particular en distintos casos de drogas en la provincia, como son el caso Estela, Manzanilla, Antón… y «no estamos en más, porque nos faltan recursos económicos».

Tanto Mena como Alvaro Alvarez, vicepresidente de REDES, mostraron su indignación porque, «mientras las prisiones se llenan de drogodependientes, los narcotraficantes campan a sus anchas».

Aseguraron que ellos, en contra de otros movimientos, «no tenemos miedo de hablar de narcotráfico, no nos asusta», matizó. Para Mena existen casos lamentables, «solo hay que ver que un drogadicto por dos papelinas se puede comer cuatro años y un narcotraficante como Antón está en la calle».

«Es necesario -añade- lograr un sistema que no sea fuerte con los débiles y débil con los fuertes».

Por su parte, Alvaro Alvarez insistió en la necesidad de buscar una solución para aquellos que logran salir de la droga e indicó como opción que «todo el dinero que procede de la droga y que se incauta podría repercutir en la creación de empleo».

Alertó, asimismo, sobre la edad del inicio al consumo de drogas que «está bajando, incluso a los 12 y 13 años», indicando que no hay que bajar la guardia sobre ciertas drogras como la heroína que «aunque está en desuso, puede repuntar».

No obstante, ambos responsables del movimiento asociativo hicieron especial hincapié en el consumo de cocaína que «es cada vez mayor». Explicaron que «hay gente que tiene la percepción de que cada vez hay menos drogadictos, porque no los ven por las esquinas como antes». «Lo que ocurre -añade- es que existe un nuevo perfil de drogodependiente que no crea alarma social, como ocurría con el consumidor de heroína». Por este motivo, consideran que «el fenómeno de la droga no está resuelto , aunque hay que reconocer que hay más recursos que antes, pero no son los suficientes».

Este tipo de consumo de cocaína mezclada con cannabis, alcohol y drogas de diseño provoca alteraciones en los jóvenes que, en muchos casos, «son para toda la vida. De la droga se sale, pero de una enfermedad mental no y estamos comprobando que a nuestras comunidades terapéuticas están llegando más de un 50% de jóvenes con estos problemas».

En las jornadas se plantearán este y otros problemas relacionados con el consumo de drogas en los jóvenes.