No se trata de dar una simple charla sobre los perjuicios que sobre la salud tienen las drogas. Tampoco de hacer una encuesta para saber qué índice de alumnos consumen tabaco o alcohol. El programa educativo que, a lo largo del presente curso, han desarrollado miembros del Instituto Cántabro de Conductas Adictivas (ICCA) con 400 alumnos del instituto Besaya de Torrelavega, y que tuvo ayer su última jornada de trabajo, hasta el próximo curso, ha ido más allá.

Gracias a la colaboración de los profesores-tutores y de los alumnos, este equipo de expertos ha centrado su trabajo, por un lado, en aclarar las dudas de los jóvenes sobre las drogas, tanto las legales como las ilegales, y por otro concienciarlos sobre los perjuicios que, su consumo, tienen sobre la salud, el entorno y las relaciones familiares y de amistades. Esta iniciativa, pionera en los centros educativos de Torrelavega, tendrá su continuidad en los próximos cursos, desarrollando actividades de ocio y tiempo libre como teatro y danza (en colaboración con la compañía Dantea). El objetivo final: convertir el IES Besaya en un centro «libre de humo», con la implicación de profesores y alumnos.

El director de este programa de ICCA, que se autofinancia, José María Fuentes-Pila, junto a Blanca Castañeda, ambos expertos en educación para la salud, han sido los responsables del trabajo en las aulas «logrando una integración en el centro, y poniéndonos al mismo nivel que los alumnos, para que nos vean accesibles», explica. Debates sobre las drogas, análisis de anuncios publicitarios de tabaco y alcohol y concursos de redacción han sido, entre otras, las actividades desarrolladas. El programa también se desarrolla en otros institutos de la región.