La mayoría de trabajadores catalanes –un 57,8%– afirma que el tabaco debe estar autorizado en los centros laborales, y hasta un 62,9% está a favor de restringir su consumo a través de diálogo y acuerdos entre empresarios y trabajadores, en lugar de leyes gubernamentales, según la encuesta «Fumar en el centro de trabajo», presentada ayer por el director del Club de Fumadores por la Tolerancia, Álvaro Garrido, en el Pipa Club de Barcelona.

Garrido destacó que los trabajadores catalanes son «tolerantes» con el consumo de tabaco, a pesar de que en su mayoría no son fumadores. Según la encuesta, un 41,7% de los trabajadores afirma que fuma habitualmente y el 75,4% de ellos, asegura que lo hace mientras trabaja.

El informe, realizado por la Empresa Análisis y Servicios de Marketing sobre una muestra de 1.800 españoles, de los cuales 207 catalanes, destaca además que un 84,9% de los trabajadores catalanes ejercen su oficio en espacios cerrados.

Garrido insistió en que la Ley de Prevención del Tabaquismo, que pretende prohibir el tabaco en todos los centros de trabajo a partir del año que viene, es «una de las más restrictivas de Europa» y «pone en peligro la convivencia pacífica entre fumadores y no fumadores».

Por otro lado, la encuesta también pone de manifiesto la voluntad de los trabajadores catalanes de habilitar espacios específicos para fumar, antes que separar a las personas pos zonas de fumadores y no fumadores. Hasta un 57,4% de los trabajadores catalanes se mostró partidario de esta medida.

LEY HUMILLANTE.

Por su lado, el escritor, guionista y ex fumador, Fernando Marías, tildó de «ofensivo» el anteproyecto de Ley de Prevención del Tabaquismo, y consideró que «un estado moderno no debe humillar de esta manera a un ser humano adulto».



El Club de Fumadores para la Tolerancia es una entidad de carácter privado fundada en 1995 y constituido por fumadores y no fumadores.

Garrido señaló que este colectivo cree en la tolerancia como elemento fundamental de convivencia y que su propósito no es el aumento del número de fumadores, sino que no se limiten las libertades individuales de hacerlo.