Tal decreto, uno de los primeros que se dictarán bajo la administración de Michelle Bachelet, impone severas restricciones tanto a los fumadores como a la venta de cigarrillos.
En una de sus puntos se estipula que se prohibirá la venta total de cigarrillos de menos de cien metros de los colegios del país, lo que significará una serie de adecuaciones en los locales comerciales, especialmente los kioscos.
Tampoco se permitirá publicidad en ningún medio de comunicación ni tampoco en las páginas web, lo cual implica que ningún sitio con dominio «.cl» podrá impulsar el consumo de tabaco. Igual situación será regulada en cuanto al auspicio para espectáculos masivos.
En relación con los restaurantes, la nueva ley establece que aquellos que tengan una superficie de menos de cien metros cuadrados deberán definir si son o no para fumadores.
En el caso de los locales que puedan tener ambas áreas, aquella determinada para los adictos al tabaco deberá contar con sectores herméticos y así totalmente separados de los no fumadores.
Una vez aprobada la ley, los ciudadanos tendrán un plazo de 18 meses para que se vayan adaptando a las nuevas normativas.