La prohibición de la venta o suministro de tabaco y alcohol de cualquier graduación a menores de 18 años no tuvo ayer un pleno seguimiento, en el primer día de vigencia en la Comunidad Valenciana de la nueva Ley de Drogodependencias y Otros Trastornos Adictivos. Esta normativa sustituye a la de 1997, que ya impedía el consumo de bebida en la vía pública (botellón callejero), excepto en terrazas autorizadas y fiestas patronales.

LAS PROVINCIAS pudo comprobar cómo una menor de 14 años no tuvo ningún tipo de dificultades para comprar cartones y cajetillas de tabaco, para adquirir botellas de licor y para pedir bebidas alcohólicas hasta en cinco establecimientos diferentes del área metropolitana de Valencia.

A la adolescente, que no consumió los productos adquiridos, ni le pidieron el DNI ni le preguntaron su edad en ninguno de los establecimientos: dos supermercados de cadenas diferentes, un estanco y dos bares. «Estos locales serán una excepción», argumentó el secretario general de la Federación de Empresarios de Hostelería de Valencia, Rafael Viñals.

El director general de Drogodependencias, Bartolomé Pérez, explicó en una rueda de prensa junto al conseller de Bienestar Social, Rafael Blasco, que no es «una obligación para la Generalitat avisar a los establecimientos, pero se han distribuido a través de los ayuntamientos 35.000 juegos de carteles» anunciadores en valenciano y castellano de la nueva normativa.

Multas de los ayuntamientos

Bienestar Social, además ha remitido circulares a diversos tipos de establecimientos, como a las gasolineras, en las que les recuerda, por ejemplo, que las máquinas de tabaco o bebidas alcohólicas deben estar situadas en un lugar visible a los empleados para evitar que los menores de 18 años accedan a ellas sin ser vistos.

En otros puntos de España, como Sevilla por ejemplo, el ayuntamiento decidió no multar a los jóvenes que tomaran alcohol en la calle (práctica llamada botellona en Andalucía) hasta después del verano, varios meses después de la entrada en vigor de su ley autonómica.

En la Comunidad, «no animamos a los ayuntamientos a que hoy mismo -por ayer- comiencen a multar, pero no hay excusa para que los establecimientos no cumplan la ley, porque lleva un año y medio elaborándose», apuntó Pérez. Los sectores afectados han participado en la elaboración de la normativa (mediante propuestas) o han sido informados sobre las modificaciones.

El conseller Blasco explicó que la modificiación de la ley «insiste en las características preventivas y de reinserción de los adictos», como que los menores que cometan una infracción (consumir alcohol en la calle desde 1997) ahora pueda realizar trabajos sociales comunitarios en lugar de pagar una multa.