Tras la celebración del XI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Toxicomanías celebrado en el Rioja Forum de Logroño del 3 al 5 de marzo de 2005, el Comité Organizador destaca las siguientes conclusiones:
1. Consumo de sustancias.
Los congresistas han destacado la preocupación por las cifras de consumo de drogas existentes actualmente, que son de las más elevadas en el contexto europeo, a pesar de que los problemas generados por el consumo no tienen la gravedad que tuvieron hace unos años, pero suponen un riesgo para el futuro porque sobre todo se concentran en los más jóvenes.
2. Cánnabis.
Hay que desmitificar la baja percepción del riesgo y peligrosidad del cánnabis, especialmente en la población más vulnerable: los adolescentes y los jóvenes. Ante la abundante evidencia científica de que el prolongado genera psicopatologías asociadas y otros problemas sanitarios, es necesario reconducir el modelo de intervención asistencial sobre cánnabis en España.
3. Alcohol.
Continúa siendo, con mucha diferencia, la droga de más prevalencia en el consumo y la que más patologías ocasiona en poblaciones de todas las edades. Actualmente, existen nuevas iniciativas en el tratamiento del alcoholismo que han demostrado su eficacia y seguridad, tanto desde el punto de vista farmacológico como en la intervención breve para bebedores de riesgo.
4. Tabaco.
Ante la evidencia de la gran capacidad adictiva que tiene la nicotina (superior incluso a la heroína) es necesario insistir en las medidas de prevención con los más jóvenes, para retrasar la edad de inicio al consumo; porque está comprobado científicamente que en una carrera adictiva no es tan importante la sustancia por la que se empieza como la edad de inicio al consumo. Además dado los elevados costes que tiene el tabaquismo en este país, es necesaria una política agresiva de tratamientos de tabaquismo.
5. Ámbito asistencial.
Seguir avanzando en mejorar la calidad asistencial basada en la evidencia científica incrementando la eficiencia para optimizar los recursos existentes. Los expertos mostraron su preocupación ante la posibilidad de que las distintas administraciones cedan al descenso del interés social por las drogodependencias, provocando un desvío de recursos hacia otras prioridades.
6. Ámbito laboral.
Se destaca la necesidad de implantar programas en los centros de trabajo dirigidos a la prevención, tanto de la dependencia como enfermedad como de los consumos de drogas en cuanto a conductas prevenibles, con la colaboración de todos los agentes sociales (empresarios y sindicatos) salvaguardando todos los derechos de los trabajadores.
7. Ámbito del deporte.
Es recomendable ir más allá de abordar el problema del dopaje únicamente en deportistas de élite y ampliar la intervención a todas las personas que practican cualquier deporte, con especial atención a los más jóvenes, evitando que se cree la cultura de asociar el consumo de una sustancia con mayor rendimiento porque
el deporte es salud y el dopaje es contrario al principio de protección de la salud.
8. Investigación.
Los expertos inciden en la necesidad de seguir potenciando la investigación, tanto clínica como básica, para poder establecer líneas de trabajo basadas en la evidencia que permitan mejorar las intervenciones preventivas, asistenciales y de reinserción social.
9. Trastornos mentales asociados.
El consumo tan elevado de cánnabis y cocaína, que son sustancias capaces de inducir trastornos mentales secundarios, supone un factor añadido para seguir prestando una atención fundamental a los trastornos mentales asociados que coexisten con las drogodependencias agravando seriamente su pronóstico.
10. Foro Internacional.
Los participantes coinciden en la necesidad de desarrollar políticas comunes transnacionales e incrementar la cooperación, porque los consumos de sustancias adictivas están globalizados y hay experiencias exitosas en todos los países, que es conveniente compartir.