Entre los años 2005 y 2022 aumentó la prevalencia de consumo de hipnosedantes, pasando del 3,7% al 9,7%. La probabilidad de consumir hipnosedantes fue mayor en las mujeres, en los de mayor edad, con nivel educativo básico o medio, desempleados o inactivos laboralmente, que no conviven con pareja o familia, de nacionalidad española y consumidores de tabaco o cannabis.
Esta son las principales conclusiones de un estudio publicado en la revista Gaceta Sanitaria y llevado a cabo por investigadores del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela; del Consorcio de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Epidemiología y Salud Pública; y del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela-IDIS, a través del cual analizan la evolución del consumo de hipnosedantes en la población española de 15 a 64 años, entre 2005 y 2022, identificando variaciones regionales y cambios en el perfil de los consumidores.
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