Las encuestas señalan que uno de cada 10 jóvenes hispanos en Estados Unidos reporta haber consumido drogas ilícitas durante el último mes y, entre los estudiantes del octavo grado, los hispanos tienden a mostrar las tasas más altas de uso de drogas durante el último año, incluyendo marihuana, cocaína y heroína.
Ya que uno de cada tres hispanos es menor de 18 años, los esfuerzos por mantener a la juventud hispana libre de drogas son de vital importancia. En esta tarea los padres deben estar concientes que ellos ejercen la influencia más importante para que sus hijos se mantengan libres de drogas. Dos tercios de los jóvenes hispanos sienten que corren un alto riesgo de ofender a sus padres y perder el respeto de sus familiares y amigos si fuman marihuana.
En un esfuerzo por involucrar y educar a los padres hispanos en la prevención del uso de drogas entre los jóvenes, el Zar Anti-Drogas, John P. Walters, anunció una nueva campaña publicitaria anti-drogas en español.
Los anuncios publicitarios forman parte de la iniciativa de la Campaña Nacional Anti-Drogas de la Oficina de la Política Nacional Sobre el Control de las Drogas [ONDCP por sus siglas en inglés] dirigida a los hispanos.
«El uso de la marihuana es un problema serio para todos los jóvenes, pero estamos especialmente preocupados por los niveles de uso entre jóvenes hispanos que cursan el octavo grado, y que están utilizando esta droga tan dañina en un momento crucial de sus vidas», dijo Walters.
«La gente tiene una percepción equivocada del uso de la marihuana», explicó Walters. «Con esta campaña también queremos educar a la gente sobre los peligros de usar esta droga. Su uso es un callejón sin salida».
Y en la prevención los padres son la influencia más importante para prevenir el uso de drogas entre los jóvenes. Los nuevos anuncios publicitarios muestran estrategias efectivas para educar jóvenes libres de drogas, y nuestro programa brindará a los padres hispanos los recursos necesarios para que desempeñen un papel activo en esta prevención.
Peligros para la salud
Las investigaciones científicas demuestran que la marihuana puede ser adictiva y acarrear una serie de problemas de salud, sociales, mentales, de aprendizaje y de comportamiento en un momento critico de sus jóvenes vidas.
Los investigadores han encontrado que el uso de la marihuana suprime las neuronas del sistema de procesamiento de información del hipocampo en el cerebro humano. Además, los investigadores han descubierto que los comportamientos aprendidos, que dependen del hipocampo, también se deterioran.
Asimismo, la persona que fuma marihuana regularmente puede tener muchos de los mismos problemas respiratorios que los de las personas que fuman tabaco. Estas personas pueden tener tos y flema a diario, síntomas de bronquitis crónica y catarros de pecho más frecuentes.
Continuar fumando marihuana puede conducir a un funcionamiento anormal del tejido pulmonar lesionado o destruido por el humo de la marihuana.
Un estudio con estudiantes universitarios ha demostrado, además, que las destrezas cruciales relacionadas con la atención, la memoria y el aprendizaje se deterioran en las personas que abusan de la marihuana, incluso después de dejar de usarla por lo menos durante 24 horas.
La investigación longitudinal sobre el uso de la marihuana entre adolescentes pre-universitarios indica que los que la usaban, tenían un desempeño académico menor que los que no la usaban, tuvieron más aceptación del comportamiento anormal, un comportamiento más delictivo y agresivo, mayor rebeldía, peores relaciones con los padres y más contacto con amigos delincuentes y usuarios de drogas.
Palabras y acciones
Es por ello que el gobierno estadounidense diseñó la campaña para enseñar como prevenir el uso de drogas en sus hijos, haciendo énfasis en fortalecer la comunicación con ellos basándose en que las palabras y las acciones son importantes.
«Si usted no le habla a sus hijos sobre el alcohol y las drogas, alguien mas lo hará. Asegúrese de que ellos entienden los problemas legales que pueden tener si usan marihuana y otras drogas ilícitas», se señala en un folleto titulado «Proteja a sus hijos de las drogas».
Otra de las recomendaciones es aconsejar a los hijos sobre las maneras de decir no a las drogas, como por ejemplo: «¿Por qué voy a querer arruinarme a mí mismo?; «Es ilegal. No quiero meterme en problemas», o ¿Estás bromeando, por qué voy a hacer algo tan tonto?».
Los padres también deben combatir los mensajes a favor de las drogas, promover actividades sanas, explicarle a los hijos los daños a la salud que causan los narcóticos y buscar ayuda inmediatamente si descubren que los adolescentes ya están usando drogas.