En declaraciones a Europa Press, Berral informó de que UGT Córdoba organizó esta mañana una Jornada Provincial de Drogodependencia en el Ambito Laboral, en la que participaron más de 40 delegados sindicales, «que es el punto de partida de una serie de cursos de concienciación que se impartirán en las empresas de la provincia y a los que asistirán delegados sindicales y técnicos de prevención de riesgos laborales de las empresas».

El secretario de Salud Laboral explicó que estos cursos pretenden «que los delegados y técnicos entiendan que la drogodependencia no un motivo de despido, sino una enfermedad que hay que ayudar a combartir».

Para este sindicalista, los cursos serían de 30 horas y tienen como objetivo final «que los propios delegados sindicales y técnicos de prevención conciencien a las empresas de que apliquen este tipo de protocolo a un trabajador drogodependiente y se considere su situación como incapacidad laboral».

Asimismo, la secretaria de Políticas de Igualdad y Juventud de UGT Andalucía, María Piedad Pérez Arco, que participó en la inauguración de esta jornada provincial, señaló que «en la mayoría de los casos de trabajadores con adicciones al alcohol, el tabaco, fármacos o drogas no se tiene en cuenta que por situaciones de estrés que se generan o de presión en el ambiente laboral el trabajador se ve obligado a consumir este tipo de sustancias para mantener el nivel que se le exige».

En este sentido, Pérez Arco dijo que UGT intentará formar a sus delegados sindicales «para que actúen de mediadores en los centros de trabajo e intenten introducir en las plataformas de negociación colectiva que se palie el carácter punitivo de la legislación, que en estos momentos sanciona al trabajador, mientras que pretendemos que se considere a la persona que sufre una adicción como un enfermo».

Añadió que «la persona que sufre algún tipo de adicción está enferma y tiene que ser tratada como tal, con una incapacidad laboral que dure el tiempo de rehabilitación y, a partir de ahí, favorecer cada vez que tenga que ir a revisiones médicas como si fuese un trabajador diabético, por ejemplo».

Berral incidió además en que «no se puede consentir que se despidan trabajadores por sufrir una adicción y que el empresario no considere estos casos una enfermedad, porque hay que ayudar a estos trabajadores y hacer todo lo posible para que salga cuanto antes de esa situación».

A este respecto, informó de que UGT trabaja para que se modifique el artículo del Estatuto de los Trabajadores que establece que la empresa puede despedir a un trabajador si tiene algún tipo de adicción «y que establezca claramente que se trata de una enfermedad, porque en muchas ocasiones es la propia dinámica de trabajo la que les conduce a esa situación».

Según el sindicato, el pasado año se registraron en la provincia de Córdoba seis despidos porque el trabajador sufría algún tipo de adicción.