Un aparato que permite a los fumadores pasivos medir el daño que les provoca el llamado humo de segunda mano promete “echar más leña” al debate sobre si se debe prohibir o no el cigarrillo en lugares públicos.

El laboratorio Media Lab Europe, con sede en Dublin, Irlanda, está desarrollando un dispositivo portátil que capta el nivel de monóxido de carbono y otras sustancias que libera el tabaco.

El dispositivo les permitirá a las personas que por ejemplo trabajan en ambientes en los que se fuma, evaluar el daño que les provoca el humo.

“Una vez que los camareros sepan cuánto inhalan, seguramente cambiarán su opinión sobre el consumo de tabaco en lugares públicos”, dijo a la BBC de Londres un investigador del Media Lab Europe.
Señales de alarma. En este momento, los científicos utilizan una computadora de mano para medir la cantidad de sustancias nocivas inhaladas.Investigan las formas de detallarles a los fumadores pasivos el perjuicio que sufren sus pulmones.