La acción de dos genes encargados de controlar la comunicación entre las células cerebrales puede estar relacionada con la adicción a la cocaína. Científicos de la Universidad de Carolina del Sur en Charleston (EE UU) han comprobado que la supresión de cualquiera de estos dos genes en ratones produce los mismos síntomas observados en personas con síndrome de abstinencia por cocaína.

Los investigadores indican que sus hallazgos, publicados en la revista «Neuron», podrían abrir una nueva vía de investigación para entender cómo interactúa la vulnerabilidad genética a la adicción con ciertos factores medioambientales.

La dependencia a la cocaína produce cambios neuroquímicos y comportamentales. Se piensa que la plasticidad de algunos neurotransmisores de una región cerebral (el núcleo accumbens, relacionado con la recompensa) produce en parte sensibilización a los efectos psicoestimulantes de la cocaína. Entre otros cambios producidos en esta zona del cerebro uno de ellos es la reducción de la expresión de los genes Homer.

Además, estudios previos habían indicado que la disminución de la actividad de estos genes se relacionaba con el síndrome de abstinencia de la cocaína. Por este motivo, se había hipotetizado que alteraciones genéticas o ambientales que interfiriesen con la expresión o funcionamiento de uno de estos genes podría afectar a la adicción a esta sustancia.

Para comprobar esta relación, los investigadores realizaron pruebas a ratones. A un grupo de roedores les anularon estos genes y a otro no. Posteriormente evaluaron los efectos biológicos y conductuales en los animales al administrarles cocaína.

En un test de comportamiento situaron a los ratones en sendas salas comunicadas, una de ellas era oscura y confortable con material de nido y la otra era incómoda, blanca y vacía.

Los investigadores observaron que los ratones que carecían de los genes Homer1 o Homer2 mostraban una mayor preferencia por la cámara que asociaban con la administración de cocaína, sin tener en cuenta las condiciones ambientales del habitáculo en comparación con los controles normales.

Los ratones alterados genéticamente también mostraron la hiperactividad característica del síndrome de abstinencia. Estos animales pudieron después ser devueltos a su condición normal mediante la reintroducción del gen Homer2.

Los genes Homer parecen ser específicos de la cocaína, ya que cuando se analizaron los efectos de la heroína o de la cafeína en los ratones alterados genéticamente no respondieron en los test de comportamiento como lo habían hecho con la cocaína.

«Estos resultados ofrecen evidencias sobre la base molécular y neuroquímica de la dependencia a la cocaína y sugieren que alteraciones en el funcionamiendo de los genes Homer aumentan la susceptibilidad a la adicción a esta droga», comentan los autores del estudio.