Los factores que se han relacionado de manera directa con el desarrollo del cáncer de cavidad oral son el consumo de alcohol y de tabaco.
De hecho, el 75% de los pacientes que sufren cáncer bucal son fumadores. La adicción de los efectos de estas sustancias aumenta el riesgo para el desarrollo de esta neoplasia en un 15%.
A pesar de estos datos, no se ha evidenciado un cambio en la actitud y consumo del alcohol y el tabaco.
Por ejemplo, en los últimos cincuenta años, el consumo de bebidas alcohólicas por habitante en el Reino Unido se ha duplicado. Los mecanismos de acción implicados en el desarrollo de los tumores de cavidad oral son compartidos por estas dos sustancias. Aunque actualmente no se ha podido demostrar el potencial carcinogénico del alcohol, si existe evidencia de la relación entre el consumo de bebidas alcohólicas y el desarrollo de enfermedades neoplásicas de la cavidad oral.
Su papel etiológico en el cáncer de la cavidad oral no es reconocido por la población general. Por eso es importante la prevención primaria realizada por los médicos de atención primaria que promueve la erradicación del consumo de alcohol en cantidades moderadas y estimula la incorporación a programas de ayuda a las personas que lo solicitan.
De hecho, en un estudio europeo reciente, se demuestra que sólo una de cada cinco personas es capaz de relacionar el cáncer de cavidad oral con el consumo excesivo de alcohol y, que hasta el 50% de los profesionales de atención primaria daban poca importancia a esta relación.
Identificar los grupos de riesgo es fundamental para prevenir cada año miles de muertes derivadas del cáncer oral.