Ocuparon un papel central en los rituales religiosos de antiguas civilizaciones; luego llegó Woodstock (el del ’69, por supuesto), la contracultura, la prohibición y el estigma. Son las sustancias psicodélicas, y en este mismo momento están experimentando un insólito renacimiento a medida que los científicos se reconcilian con su potencial terapéutico.

A muchos les sonará a terapias alternativas y pseudociencia, pero nada más lejos de la realidad. Lo explica a 20minutos Juan F. López, investigador del Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra y miembro del CSIC, embarcado dedicado actualmente al estudio de este mismo campo.