Los camellos del Raval encarecen el coste de las sustancias ante el incremento del riesgo para vender su mercancia
Traficantes y consumidores de drogas intentan sortear estos días el confinamiento que mantiene a toda la población de Barcelona aislada para intentar frenar la pandemia del coronavirus. En la calle, los toxicómanos detectan una ligera escasez de sustancias. La cuarentena empieza a disparar los precios de los estupefacientes, cuya producción podría verse afectada.
Núria Calzada, coordinadora del proyecto Energy Control-ABD, cree que todavía es pronto para conocer el impacto del Covid-19 en el mercado de las drogas. Sin embargo, señala que podrían darse problemas en el tráfico debido a la interrupción de la importación de precursores, sustancias a través de las cuáles se sintetiza las drogas, y que proceden, en su mayoría de China. «Dependerá de la sustancia, no es lo mismo el cannabis que se puede producir a nivel local que la cocaína, que es importada», aclara.