Un reciente estudio, presentado en la reunión anual de la American Association for Cancer Research, celebrado en Filadelfia (Estados Unidos), ha hallado que las supervivientes de cáncer de mama que fuman o lo han hecho tienen mayor riesgo de morir que las no fumadoras con cáncer de mama. 

«Las mujeres fumadoras o que tenían antecedentes de tabaquismo tuvieron un índice de mortalidad 39% superior por cáncer de mama», señaló la Dr. Dejana Braithwaite, del Helen Diller Family Comprehensive Cancer Center (Estados Unidos). El riesgo de muerte por otras causas también fue elevado, manifestó. 

Estudios anteriores que examinaron la relación entre fumar activamente (en comparación con el las fumadoras pasivas) y la supervivencia entre pacientes de cáncer de mama ha producido hallazgos mixtos. «La importancia del estudio es que se trata de uno muy grande con más de 2.000 mujeres a las que se diagnosticó cáncer de mama» en dos centros del país, explicó la Dra. Braithwaite. 

Para este estudio, el equipo investigador hizo un seguimiento de 2.265 mujeres de diferentes etnias a las que se había diagnosticado cáncer de mama entre 1997 y 2000. durante una media de nueve años. De las participantes, 893 eran ex fumadoras y 173 fumadoras actuales y 1.199 nunca habían fumado. Los investigadores examinaron si el tabaquismo afecta los índices de mortalidad relacionados con el cáncer de mama y los índices de mortalidad por otras causas. Durante el seguimiento, 164 mujeres murieron de cáncer de mama y otras 120 por otras causas. 

Además de una tasa 39% superior de mortalidad por cáncer de mama, las fumadoras y ex fumadoras presentaron un índice aún mayor de muerte por otras causas (dos veces), frente a las que nunca fumaron. Fumar en el pasado se definió como haber fumado cien o más cigarrillos durante la vida. 

Al examinar subgrupos, Braithwaite halló que las mujeres más afectadas por el tabaquismo fueron las que tenían tumores HER2 negativos, las de menor peso corporal y las que ya habían pasado la menopausia. 

La relación no se puede explicar de manera definitiva. Una posibilidad es que las sustancias químicas del humo del tabaco pueden hacer más agresivo el cáncer. La suposición es que, cuanto más tiempo se pase sin fumar, menor será el riesgo, señaló Braithwaite.