“El tabaco, una amenaza para nuestro medio ambiente”. Es el lema que ha escogido este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) para celebrar el Día Mundial Sin Tabaco (31 de mayo).

Puede parecer un mensaje diferente a los habituales porque no está directamente relacionado con los efectos del consumo de tabaco, sino con los desastrosos efectos medioambientales que tiene su producción, y que suelen ser muy desconocidos en general.

Y en efecto, la campaña tiene el objetivo principal de sensibilizar a la población sobre el terrible impacto medioambiental que tiene el cultivo, la producción y la distribución de las 7,5 millones de toneladas métricas de hoja de tabaco que se siembran cada año. Sin olvidar la mala o inexistente gestión de los múltiples residuos tóxicos que genera.

Leer el artículo completo en theconversation.com