Una publicación de Archivos de Medicina Adolescente y Pediátrica de los Estados Unidos difundió un trabajo sobre los efectos del alcoholismo, luego de haber efectuado entrevistas a 43.000 personas adultas.
Según esos datos, el 47 por ciento de los adictos comenzó a tomar alcohol antes de los 14 años, no en forma ocasional, sino abundante, volviéndose dependientes en determinado momento de sus vidas, presentando además síntomas de malestar con la abstinencia, serios trastornos en la vida social, profesional y familiar, y severas dificultades para reducir la ingesta.
Hoy, merced a estos estudios que se están realizando con mayor intensidad -ya que hasta hace pocos años eran escasos en cuanto al enfoque sobre los adolescentes-, se tiene la seguridad que el alcoholismo provoca a largo plazo daños cerebrales mucho más graves de lo que se suponía. Mientras que la afección mayor se produce en personas de una franja etaria que va de 30 a 40 años, en tanto que la dependencia se puede llegar a revertir con la ayuda necesaria, siempre y cuando sea todavía leve, ya que cuando ingresa en niveles más comprometidos, se convierte en una lucha durísima y de inciertos resultados, habida cuenta que el grado de adicción que provoca el alcohol es altísimo.
Lo concreto es que la mayoría de los estudios con rigor científico se han volcado sobre el efecto del alcoholismo en los adolescentes, lo cual ha generado una especie de urgencia por advertir a los padres del peligro que se cierne sobre los adictos, alcanzando características que hasta hace poco eran desconocidas.
Una de las zonas del cerebro que ahora se tiene la certeza que es afectada por el alcohol es el hipocampo, responsable del aprendizaje y la memoria, quedando demostrado a través de escaneos con equipos de resonancia magnética, que en adolescentes que acostumbraban emborracharse, la referida región del cerebro era mucho más chica que la de chicos que no ingerían alcohol. Es por ello que esa situación derivaría en acarrear serios problemas de aprendizaje y de conducta.
Otra de las zonas del cerebro que puede resultar dañada, según estos estudios, es la responsable del control de los impulsos y de la capacidad para vislumbrar las consecuencias de las acciones.
Queda de tal manera expuesto, con bastante claridad y certeza, el irreparable daño que provoca en los chicos la ingesta de bebidas alcohólicas en forma permanente. De ahí entonces, que debe servir como un importante llamado de advertencia para todos los padres, como así también personas que se desempeñen en áreas de la docencia, para coincidir en el esfuerzo de la tarea que demande la contención de adolescentes alcohólicos.
Videojuegos negativos
Algunos de los síntomas más frecuentes provocados en los chicos por el exceso de los videojuegos, son por ejemplo el no interesarse en otro tipo de diversiones, no dedicar tiempo a los amigos, bajar considerablemente el apetito y descuidar el estudio.
Es que la consola de juegos y el televisor pueden llegar a convertirse en una adicción, generando algunas de las consecuencias antedichas, muchas veces, muy difíciles de superar.
Gran parte de lo dicho quedó en claro por un estudio hecho poco tiempo atrás por el Hospital Charité de Berlín, revelando hasta qué punto influyen las computadoras en la vida de los niños. Los chicos encuestados, de 11 y 12 años, revelaron que el 80% poseía su propia computadora y el 70% disponía de una consola para juegos, lo que revela que con tan altas posibilidades, es casi inevitable que una importante cantidad de chicos se transforme en adicto al sistema. Más aún cuando son los propios padres quienes pasan muchísimas horas frente a la computadora, trasladando un negativo ejemplo a sus chicos.
En muchos casos, este fenómeno se registra con mayor intensidad en casos de chicos de padres separados, como así también en aquellos que carecen de estímulos.