Las mujeres infectadas con VIH que consumen crack de cocaína se exponen a sufrir un acelerado deterioro del sistema inmune, otras enfermedades y muerte por causas asociadas a la condición, aún cuando adhieran a una potente terapia antirretroviral contra el sida.

Esto surge de un estudio sobre 1.686 mujeres con VIH. El 29 por ciento de ellas consumió crack durante el estudio, realizado entre abril de 1996 y septiembre del 2004.

Según el equipo dirigido por la doctora Judith A. Cook, de la University of Illinois en Chicago, 419 mujeres murieron durante el estudio. El 47 por ciento de esas muertes estuvo vinculado con el sida, el 33 por ciento no lo estuvo y el 20 por ciento fue por causa «indeterminada».

Los resultados demostraron que las consumidoras continuas de crack eran tres veces más propensas que las no consumidoras a morir por causas asociadas con el sida.

El 32 por ciento de las 1.686 mujeres habían adquirido enfermedades asociadas con el sida durante el estudio.

Una mayor cantidad de consumidoras «intermitentes» (el 42 por ciento) y continuas (el 39 por ciento) desarrolló una nueva enfermedad durante ese período que las no consumidoras (el 28 por ciento), indicó el equipo.

Las consumidoras intermitentes y continuas de crack en las fases activas y abstinentes también mostraron un mayor deterioro del sistema inmune y una mayor carga viral en sangre.

Este, afirmaron los autores, es el primer estudio que asocia en una cohorte nacional el consumo de crack con el deterioro del sistema inmune, el aumento de la resistencia del virus, el desarrollo de enfermedades asociadas con el sida y la mortalidad por causas relacionadas con el sida.

«Nuestros resultados sugieren que es necesario elaborar una agenda de investigación de varios temas para comprender los efectos del crack sobre la actividad del VIH», dijo Cook.

«Dado que el 100 por ciento de las consumidoras de crack en nuestro estudio dijo que había recibido atención médica en los últimos seis meses y que más del 90 por ciento había consultado a un médico con frecuencia, los doctores podrían ser un medio importante para proporcionarles a esas mujeres la gran cantidad de servicios que necesitan», agregó la autora.