La edad media en que los fumadores comienzan a serlo se ha adelantado hasta situarse entre los 11 y los 15 años, y el porcentaje de chicos que a esas edades reconoce que fuma de forma habitual (el 38,73%) supera al de adultos (el 36,5%), según una encuesta realizada en Granada y Baza.

Estos datos, facilitados a Efe, se desprenden del estudio elaborado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica a partir de una encuesta realizada a 1.936 alumnos de enseñanza secundaria en Granada y en Baza.

En una nota de prensa, el doctor Romero Palacios, coautor del estudio, observa que se trata de «auténticos fumadores precoces» y de un problema de salud pública «de primera magnitud».

Más en las ciudades

En la investigación, desarrollada por el área de tabaquismo de la citada Sociedad, se pone también de manifiesto que el número de fumadores precoces es mayor en las ciudades y núcleos importantes de población que en las zonas rurales, y que existe una relación «inversa» entre el consumo de tabaco y la práctica de deporte.

«Los adolescentes tienden a minimizar los efectos nocivos del tabaco, aunque eso no es obstáculo para que dos terceras partes de ellos están de acuerdo en que se apliquen medidas restrictivas respecto a su consumo», agrega el doctor.

Estos datos evidencian que la batalla contra el tabaco «se está perdiendo», según el doctor, para quien contrastan los progresos que se observan en las capas adultas de la sociedad con la «masiva» incorporación de nuevos fumadores, cada vez más jóvenes y entre los que se incluyen por igual chicos y chicas.

Apuesta por ello por centrar los esfuerzos preventivos en la etapa de la niñez y en la adolescencia, y por incorporar información veraz y científica sobre el tabaquismo y aplicar la prohibición de vender tabaco a menores.